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El tópico, ese lugar común de la gilipollez patria
Sólo las víctimas de la gilipollez más abstrusa caen en el tópico. Y las fechas señaladas son un catalizador de tópicos, de los más inocentes e impremeditados. O lo que es lo mismo, de los más peligrosos y, reconozcámoslo, de los de peor gusto.
Primer tópico: te hemos remitido esta revista (o lo que sea esto que has recibido, que aún no lo tenemos nada claro), el 8 de marzo. Sin comentarios. Segundo tópico: es probable que alguien te haya felicitado, por ser mujer trabajadora, que viene a ser el tópico de los tópicos de este país, en un día como hoy: ya nos pueden decir y repetir incansablemente que el 8 de marzo es el Día de la Mujer, de la mujer en general, incluida la que no trabaja. No nos importa. Al tópico, al tópico: ¡feliz-día-de-la-mujer-trabajadora! Tercer tópico: Si efectivamente eres una mujer vinculada a una empresa y/o entidad y/u organismo por algún tipo de relación laboral, es bastante probable que alguien te haya venido con flores, o bombones o detalles del estilo del tópico que nos aflige. Y como es tópicamente probable, ese alguien ha soltado algún chistecito, al que un coro espontáneo de personal de ambos sexos desinhibido y sin complejos habrá respondido como se espera, alimentando el tópico. Cuarto tópico: quien habitualmente se acuerda de ti para maldecir a tus muertos (pero tiene la delicadeza de hacerlo por lo bajini), hoy, te llamará, con cualquier excusa, para soltarte una inconveniencia referida al día que se celebra. Quinto tópico: hoy, por ser el día que es, más te vale que no tengas pareja estable, con papeles firmados o sin ellos, porque no va a haber otro tema de conversación, mientras friegas los platos.
Y podríamos seguir enumerando una batería de tópicos relacionados con el 8 de marzo. ¡Pero para qué! Si lo peor del 8 de marzo es que, después, llega el 9 y el 10 y el 11 y todos los demás, y es lo mismo, pero sin risitas.
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Dicen los periódicos... |
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LA GUERRA DE LAS MUJERES
Combatientes en un conflicto impar
Si eres mujer y lees esto, debes saber que estás en guerra. Pero si eres hombre, también. Da igual en qué lado te encuentres: estás en la misma guerra que nosotras. Porque es absolutamente indiferente que te plantees una posición activa, en contra de la discriminación por género, como es del mismo modo indistinto que desprecies olímpicamente este tipo de asuntos. Lo mismo, si eres mujer, pero aborreces las posturas a favor de la igualdad. Lo mismo, si no sabes nada sobre políticas de género o feminismo; si no sabes que, en el mismo puesto de trabajo, una mujer cobra menos que un hombre, o que incluso cuando llega a ser jefa, ninguno de ellos le hace un hueco en su masculino mundo de hombres jefes. Es igual, en todo caso, porque estás en la misma guerra.
Ya no es un problema de información o desinformación, de posicionamiento en un sentido u otro. No importa que seas de aquí o de allá, que vivas lejos del burka, que desconozcas el significado del término ablación, que no quieras acercarte a las muchísimas fuentes de información que, día a día, no se cansan de recordarte qué países del mundo tienen prohibido el voto a las mujeres o siguen añadiendo nombres y apellidos al listado negro de la violencia de género, contra tu vecina, contra tu familia, contra ti. Esta guerra te ha pillado en medio. En un bando o en el otro, pero estás en ella. Te guste o no. No puedes huir, porque está por todas partes. Afortunadamente es así.
Queda abolida la indiferencia, despreciada la ignorancia, desterrada la falsa excusa de la desinformación. Queda prohibida la indolencia insolidaria, queda rechazada la mirada hacia otro lado. Queda sumariamente impuesto continuar más allá del montón de cadáveres con cuerpo de mujer y alma de persona, único resultado de esta guerra. No se trata de que lo merezcan quienes recordamos en esta fecha, incineradas vivas, sólo por ser mujeres. Se trata básicamente de ti. Porque, si eres mujer, estés en un lado o en el otro, eres el blanco de todos los proyectiles. Pero hay que continuar.
Muchas de las mujeres que a continuación vamos a citar han rebotado su mensaje sobre las paredes de IGUALaIGUAL, para hacerlo llegar hasta ti, ahí donde te encuentras. Otras no, no pudimos llegar hasta ellas. Pero quedan muchas más que desconocemos y desconoceremos, pero que están ahí, combatiendo en silencio.
Que este puñado de nombres sea en su elogio.
Shirin Ebadi. Jurista iraní. Por primera vez en más de un siglo de historia, se concedió, en 2003, el premio Nobel de la Paz a una mujer musulmana , Shirin Ebadi, por su labor a favor de la democracia y los derechos humanos en su país, y en particular por su defensa de los derechos de las mujeres y los niños. Ebadi fue distinguida entre un número record de candidatos (165) que incluía al Papa Juan Pablo II.
Ana María Fábrega. Víctima de la violencia de género. Murió, en 2003, a los 52 años de edad, a base de martillazos en la cabeza y a manos de su ex pareja, tal y como éste se lo había prometido. El asesino acumulaba ya once denuncias, que acabaron todas en el Juzgado número 3 de Barcelona, por ser el primero que conoció los hechos. El juzgado hizo más bien poco por Ana María , y en julio de 2003, el Consejo General del Poder Judicial decidió investigar la actuación del juez, que fue posteriormente sancionado.
Vasanti Jadva. Investigadora británica. Se vende mucho y parece que muy bien el riesgo psicológico que supone, para las denominadas "madres de alquiler", poner su útero al servicio de las necesidades familiares de otra mujer. La investigadora británica Vasanti Jadva presentó, en la reunión de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología de 2003 (5.000 expertos de todo el mundo), un estudio que demuestra que las mujeres que alquilan su útero para que otra tenga un hijo que no puede no padecen de ningún tipo de problema emocional, ni antes, ni durante, ni después del embarazo. Al menos, en el Reino Unido, y al menos, sobre las 34 "madres de alquiler" con las que Jadva trabajó.
Pilar Dosal. Secretaria Técnica de Políticas de Género de la Diputación Foral de Bizkaia. “Las propias mujeres tenemos que ser conscientes de que nuestras demandas las debemos de plantear nosotras mismas. Hay que crear estrategias, para exigir las medidas sociales necesarias, para que todos estemos a la par. Nadie lo va a hacer por nosotras. ¡Cuando los propios compañeros, amigos, hijos que tenemos en casa, y que no son enemigos, son incapaces de apoyarte y de reclamar para ti las oportunidades que están viendo que necesitas...! Es necesaria una acción persistente, hay que estar siempre alerta y hay que hacer un gran trabajo, en la transmisión de estos valores”.
Marianne Eriksson. Estudio sobre la prostitución en Europa (2004). Un informe de la Eurocámara concluye que legalizar la prostitución es un “fracaso”. La ponente de un informe del Parlamento Europeo sobre la situación de la industria del sexo en la Unión, Marianne Eriksson, afirmó que la legalización de la prostitución conlleva la llegada masiva de mujeres de terceros países o un incremento de la pornografía infantil. La industria del sexo mueve anualmente entre 5.000 y 7.000 millones de dólares en todo el mundo y provoca la prostitución de 4 millones de personas.
Trinidad Vicente. Profesora de la Facultad de CC Políticas y Sociología de la Universidad de Deusto . ¿La discriminación positiva es discriminatoria?
Sí, establece diferencias entre las personas. Pero si el objetivo es lograr la igualdad legal y práctica, ¿por qué tratar de la misma manera a personas que injustamente se encuentran en situaciones de partida tan desiguales? A veces, la no-discriminación puede suponer la perpetuación de la desigualdad y ser, asimismo, injusta.
Hajara Ibrahim. Indultada de una condena a muerte por lapidación en Nigeria (2005). Fue hallada culpable de tener un embarazo extra marital, lo que la convierte en una adúltera, según el ordenamiento jurídico religioso basado en la sharia, que fue adoptado por 12 estados del norte nigeriano, en enero de 2000.
Carmen Alborch. Diputada y escritora. “La escuela debería servir también para formar en inteligencia emocional, favoreciendo que un sexo sea capaz de ponerse en el rol del otro. Sólo así podemos luchar de un modo verdaderamente eficaz contra lacras como la violencia de género... Pero al curricular de enseñanza le falta también un buen repaso a la historia y a las mujeres que han participado en la misma y que se les ha mantenido ocultas. Diversas investigaciones en esta materia están sacando a la luz a mujeres que han tenido muchísima importancia en historia del arte, por ejemplo, y a las que apenas se estudiaba. Lo mismo ocurre en otras áreas. Ocultar a la mujer en la historia es silenciar a la mitad de la historia”.
Lourdes Ventura. Escritora. Estamos en la creencia de que el proceso que nos hace libres en Tailandia es el mismo que nos hace mujeres de éxito en París. Pero no es así. En esto de la mujer, también hay, más que dos velocidades, dos mundos distintos, dos ritmos diferentes, o acaso dos caminos y no sabemos todavía si ambos conducen a la misma Roma o a dos Romas distintas. Lourdes Ventura (“ La mujer placer ”. Belacqua, 2004) volvió a aterrizar, hace un par de años, en el panorama editorial, con un mensaje polémico que nos hace reflexionar hasta el borde del estrés, porque, de soslayo, pone el dedo en la llaga sobre la enorme diferencia que hay entre las mujeres de este mundo y las de ese otro lejano y vencido por la pobreza que nos aparece mucho en los libros y demasiado poco en los medios de comunicación.
Afsaneh Norouzi. Indultada por la sharia iraní. Afsaneh Norouzi fue condenada a muerte en Irán, acusada de haber matado, en 1997, a un alto mando de la policía iraní, en Kish, una isla del golfo Pérsico convertida en puerto franco por el Gobierno de Teherán. De acuerdo con las declaraciones de Afsaneh, que nunca ha negado haber matado a este oficial, ella se resistió cuando él intentó violarla en su oficina. Tanto los agentes de la comisaría de Kish, como los miembros de la policía judicial y los forenses que intervinieron en la reconstrucción de la escena sobre el lugar de los hechos avalaron en sus atestados la versión de la mujer. De acuerdo con el código penal de la República Islámica, si una persona comete un acto delictivo, en defensa de la vida, honra y castidad, suya o de otra persona, la persona acusada del delito queda libre de culpa. No obstante, fue condenada a muerte y sólo la presión internacional consiguió salvarla.
Consuelo Rumí. Secretaria de Estado de Inmigración y Emigración. Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial , en 2005, la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración anunció la puesta en marcha del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia , dentro del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, que permitirá realizar un diagnóstico específico de la situación de la sociedad respecto a la discriminación racial, adoptar las medidas necesarias para prevenir este tipo de discriminaciones y contribuir a conformar una sociedad más justa e igualitaria.
Milagros Rivera. Historiadora. “Puede ser que haya ahora más violencia de género, porque hoy vivimos en tiempos del final del patriarcado, y el final del patriarcado les ha quitado a muchos hombres muchas de las instancias de poder que tenían sobre las mujeres, dejándoles además sin ley; aunque no hay que olvidar que el patriarcado era un sistema de poder muy violento. En cuanto a la violencia contra las mujeres, pienso que ha habido una revolución simbólica –al menos, en España- que nos ha llevado a la gente a decir en voz alta ¡basta ya! Este ¡basta ya! ha nacido de la toma de conciencia de que lo personal es político, de que lo que le pasa a una mujer maltratada no es algo privado, sino un indicador del estado de la política que nos afecta a todas y a todos. La cuestión de más o menos violencia no es, sin embargo, muy importante, porque una sola agresión es ya demasiado”.
Ángela Carmona. Filóloga. Decidió reproducir retazos de la realidad tal cual es, antes que elaborar sesudos análisis interpretativos. Su libro, “Rosas y espinas. Álbum de las españolas del siglo XX”, es de un valor incalculable. Porque si en él vemos imágenes que valen más que mil palabras, encontramos también algunas palabras que cotizan bastante más que mil imágenes juntas. En este libro, están unas y otras, para pasmo de féminas y para que los varones compartan entre ellos una cierta vergüenza (y quizá no tan ajena), porque las cosas tampoco han cambiado como para echar cohetes, no nos vayamos a engañar.
China Keitetsi. Ugandesa. Ha denunciado la situación en que se encuentran hasta 500.000 niñas y niños en todo el mundo, que son secuestrados a veces desde los tres años de edad y adiestrados para matar en conflictos armados y para servir de juguetes sexuales de sus secuestradores. Ella sobrevivió a semejante experiencia.
Cristina Segura. Escritora y profesora de Historia Medieval (Universidad Complutense). “La mayor parte de la Historia se ha elaborado con criterios patriarcales. Sólo se ha valorado lo que se realiza en los espacios públicos donde no están las mujeres, los hechos excepcionales, etc. Las mujeres han quedado reducidas a los espacios domésticos y lo que en ellos se realiza se ha desvalorizado. Tampoco se han valorado las aportaciones de las mujeres intelectuales lo suficientemente. Atendiendo a esta desatención sobre las actuaciones de las mujeres, el mensaje que se desprende de la Historia tradicional y patriarcal, que todavía es la dominante, es que las mujeres no han participado en el desarrollo de la humanidad”.
Teresa Aguado. Psicopedagoga. Facultad Educación (UNED). “Cada uno de nosotros tiene una responsabilidad, a la hora de dar oportunidades a otros, especialmente a los que no tienen ni la oportunidad de reclamar igualdad. A veces, la cuestión es atreverse a hablar, a no quedar callado cuando hay que hacerlo. Ahora bien, habría que exigir más a quien más puede (porque tiene posibilidades de hablar y porque tienen influencia). En este sentido, hay que exigir más a la administración, a los partidos políticos y a los medios de comunicación”.
Celia Amorós. Catedrática de Filosofía (UNED). “No hay que confundir la noción de igualdad, que es una idea abstracta y normativa, procedente de la Ilustración y la Revolución Francesa, y la idea, meramente descriptiva, de identidad. Es obvio que los blancos y los negros no son idénticos, pero son iguales, es decir, deben ser homologados, en un mismo rango, haciendo abstracción de las diferencias a los efectos pertinentes. Lo mismo es aplicable a los varones y a las mujeres: todo lo que no sea partir de ahí no conduce sino a discusiones erráticas”.
Lydia Cacho. Periodista y escritora mejicana (“Los demonios del Edén”). Nunca me molestaría en escribir dos líneas sobre una mujer que, como todas las demás que estamos comprometidas con nuestro sexo, lucha con todas por una sociedad para todo el mundo. Si, hoy, quiero hablar de la periodista mejicana Lydia Cacho es porque le ha tocado jugarse su propia vida, en una partida de póker, con los peores tahúres. Lydia Cacho es una de las pocas mujeres con capacidad de proyección internacional que ha puesto en riesgo su propia vida, por denunciar los peores crímenes de feminicidio que ha conocido la historia reciente de México y la de los últimos años del pasado siglo XX, en el mundo desarrollado. Su libro “Los demonios del Edén” puso al descubierto una peligrosa red de pederastia que actuaba desde Cancún, dirigida por el libanés Surcar Kuri, en la que estaban implicados otros hombres tan poderosos, como el empresario Kamel Nacif. (Grupo Alapar)
Matilde Elexpuru. Presidenta de la Asociación de Empresarias y Directivas de Bizkaia. “Las medidas para fomentar la contratación de mujeres no se deberían limitar exclusivamente a la discriminación positiva, sino que deberían incluir un componente importante de fomento de la asunción de la corresponsabilidad por parte de los hombres”.
María Ángeles Larumbe. Escritora y profesora universitaria. Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación (Universidad de Zaragoza). “Sin lugar a dudas, la sociedad española actual tiene muy poco que ver, en muchos aspectos, con la de hace tan sólo treinta años y en ese cambio el movimiento feminista ha sido determinante. Indiscutiblemente, la palabra feminismo sigue despertando, en ciertos sectores, rechazo e incomprensión, que se manifiestan en esas resistencias que mencionábamos antes. Pero es incuestionable la influencia ejercida por el movimiento feminista, desde la transición, en todos los terrenos de la vida social. Las que hemos vivido esos años recordamos todavía, no ya cuál era nuestra situación legal, laboral…, sino la imagen que de la mujer proyectaban los medios de comunicación, el cine y la literatura. Hoy, esa percepción social ha sufrido un vuelco radical y este cambio guarda una relación directa con la actividad desplegada por las feministas. Buen ejemplo de que, hoy, las demandas formuladas por las feministas, hace ya muchos años, no pueden ser obviadas es la atención que, desde cualquier programa electoral del signo que sea, se presta a todo aquello que tiene que ver con las mujeres”.
Tillie Tiner Olsen. Tillie Tiner Olsen, una de las abanderadas del feminismo internacional, falleció, el pasado 31 de diciembre, en San Francisco, la ciudad donde vivió, desde 1929. Tillie Olsen tenía 94 años y fue una de esas mujeres que aprendió de la vida, pese a la vida que llevó. Consiguió que buena parte de su obra fuese traducida a una treintena de idiomas, pero dijo bien alto que las escritoras previas al siglo XX pudieron publicar, porque no tuvieron hijos o porque disfrutaron de una posición económica holgada. Ella no pudo. Su más famosa novela (“ Yonnondio, form the thirties”) fue escrita, en su mayor parte, en 1931, pero no pudo entregar el libro completo, hasta 1974. Tenía que ganarse la vida; ni más, ni menos. Abandonó pronto la escuela y trabajó como empleada de hogar y como recepcionista en moteles de mala muerte y peor fama. Pero recibió el primer Premio O'Henry, en 1961, por “Tell me a riddle”, una de las mejores muestras del realismo social norteamericano en formato de relato breve. Y lo hizo a contracorriente de lo que se llevaba, porque eran tiempos en los que Salinger vendía sensibleros (e insuperables) guardianes entre el centeno.
Encarnación Orozco. Delegada especial del Gobierno contra la Violencia sobre la Mujer. Si hablamos con descarnada sinceridad, una de las peores cosas que debemos decir sobre la violencia de género es que, ante asesinos obstinados, no hay protección posible. Y ojalá no tuviésemos razón. Las pasadas navidades, se estableció una alerta sobre violencia de género. Pero ni más ni menos que como todos los años. Porque resulta que, también en este penoso asunto, hay fechas en las que la incidencia es mayor. ¡No menor, sino mayor: atención al matiz! Según datos de Encarnación Orozco, casi un 30 por ciento de este tipo de crímenes se cometen, o en agosto, o entre el 20 de diciembre y mediados de enero. El gobierno recomendó que las mujeres “no bajasen la guardia”, durante las fechas navideñas. Vale como recomendación. Pero casi es como decir “ándate con ojo, que te están buscando”. La experiencia demuestra que lo grave es que, si te están buscando, ellos lo tienen más fácil para encontrarte que tú para esconderte. No es sino otra forma de terrorismo, en la que el arma es el acecho. No es imposible protegerse. No es imposible tomar medidas efectivas. Pero ellos siempre están al acecho.
Cynthia Carroll. Directora Ejecutiva de Anglo American. El caso es que, si te llamas James y te hacen director ejecutivo de una multinacional todopoderosa como Anglo American (la tercera empresa de minería más poderosa de la Tierra), sólo te buscarán las cosquillas, si tienes un pasado truculento en el mundo de los negocios. Pero, incluso en ese caso, nadie dudará de tu inteligencia. La desgracia se te cae encima, si te ganas ese cargo, pero te llamas Cynthia Carroll. Lo de esta norteamericana de 49 años que se ha pasado la vida enriqueciendo con su trabajo a empresas como Alcan es levantar ampollas, entre quienes no le han llegado a la suela de los zapatos, pero visten de traje y corbata. Con seguridad, Anglo American ha ganando, contratando a una mujer: un hombre en el mismo cargo cobraría más (seamos realistas). Pero Cynthia ha tenido que pagar su precio. Porque el 99 por ciento de lo que se ha publicado sobre ella deja de lado su faceta profesional y se concentra en cómo ha sido su procelosa vida en un mundo de hombres, cómo ha compaginado sus tres facetas de esposa, madre y mujer de negocios, que si puede conciliar y que si le produce vértigo controlar el trabajo de las 195.000 personas de todo el mundo que trabajan en esa multinacional. Pues no, no le da ningún vértigo. Como tampoco le daría ningún vértigo que le preguntaran sobre sus planes para la empresa: si no los tuviera, no habría llegado donde ha llegado.
Victoria Sau. Escritora. “El matriarcado no existió nunca y nunca existirá, afortunadamente. Sería volver a lo mismo, pero con el cambio de sexo de las personas. Es un temor muy masculino pensar que las mujeres les harán a ellos lo que ellos les han hecho. Pero esto es porque no han entendido nada. El derribo del poder masculino-patriarcal consiste en que los hombres se queden en lo que son: hombres, y no varones patriarcales, esclavizados por unas señas de identidad que no les son propias”.
Hina. Italiana. Víctima de la violencia de género. Fue asesinada por su padre, a los 20 años de edad, por no aceptar un matrimonio pactado en Pakistán. Ella había nacido en Italia. Se fue de su casa, en varias ocasiones, por chocar con las costumbres importadas por su familia, desde Pakistán. “Yo y sólo yo decidiré sobre mi vida”, le gustaba decir.
Maite Erro. Defensora de Igualdad del Gobierno Vasco. “ Aunque hay que reconocer que los avances son importantes, la OIT estimaba, hace tiempo, que, al ritmo actual, tardaríamos aproximadamente unos 465 años en alcanzar una sociedad igualitaria para mujeres y hombres. Una sociedad igualitaria será aquélla, en la que todas las personas puedan, tanto en el ámbito público como en el privado, desarrollar sus capacidades personales y tomar decisiones, sin las limitaciones impuestas por los roles tradicionales en función del sexo, y en la que se tengan en cuenta, valoren y potencien por igual las distintas conductas, aspiraciones y necesidades de mujeres y hombres”.
Ayaan Hirsi Ali. Ex diputada holandesa y escritora. “Hay muchísimas similitudes, entre nazismo, comunismo e islamismo. El estado islámico es un estado totalitario que cree en una utopía totalitaria, en la que el individuo está subordinado al colectivo. Además, busca el poder absoluto en el gobierno, las escuelas, la familia... Todo el mundo debe creer y no se puede formular crítica alguna. Con el comunismo y el nazismo, la situación era la misma. Cualquier tipo de crítica se castigaba con la muerte. (...) El contexto es distinto, porque tenemos la experiencia del nazismo y el comunismo, por lo que no tenemos excusa para decir que no sabemos lo que está pasando. (...) Si, en Somalia, hubieran preguntado, en los años ochenta, si veían posible la imposición de la sharia, se habrían echado a reír. Por eso, cuantos más europeos sean conscientes de la amenaza, más factible será desactivar esta ideología”.
Mary Robinson. Ex presidenta de Irlanda, primera mujer premiada con el Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. Fue nombrada, por el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y se convirtió en la primera jefa de estado que visitó Ruanda, después del genocidio.
Olayinka Koso-Thomas. Esta nigeriana ha derrochado esfuerzos contra la mutilación genital femenina y preside un comité que se preocupa por la salud de las mujeres y niñas y niños africanos.
Emma Bonino. Ex comisaria europea y parlamentaria italiana. Ha liderado múltiples campañas de sensibilización por los problemas de las mujeres.
Rigoberta Menchú. Premio Nobel de la Paz 1992. Guatemalteca y defensora de los derechos de las poblaciones indígenas latinoamericanas.
Khady. Presidenta de la Red Europea contra la Mutilación Genital Femenina, de origen senegalés. “Con los ojos cerrados, no quiero ver, no puedo ver que aquella mujer está mutilándome. La sangre salpica su rostro. Es un dolor inexplicable, que no se parece a ningún otro. Como si me ataran las tripas, como si tuviera un martillo en la cabeza”.
Fatiha Budiaf. Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 1998 (ex aequo). Argelina, viuda del ex presidente Mohamed Budiaf (asesinado en 1992). Desde la Fundación Budiaf, intenta ayudar a las mujeres argelinas.
Graça Machel. Ex ministra de educación de Mozambique y viuda de Samora Machel (primer presidente del Mozambique independiente) y esposa de Nelson Mandela. Ha centrado su vida en la protección de niños y niñas víctimas de las guerras en África. Trabajó para la ONU y pasará a la historia por cuestionarse por qué las actitudes más inhumanas proliferan en el continente africano.
Fatana Ishaq Galiani. Afgana, galardonada con el Príncipe de Asturias. Presidenta y fundadora del Consejo de Mujeres Afganas, desde el que pretende elevar el grito de las mujeres de su país, para que se escuche en los foros internacionales.
Somaly Mam. Camboyana, galardonada con el Príncipe de Asturias. A los 13 años de edad, fue vendida a un burdel de Phnom Penh. Hoy en día, es una de las mujeres más activas, en la recuperación de niñas y adolescentes víctimas de los traficantes de sexo.
Jamila Mujahed. Periodista afgana. “En nuestro país, todavía hay chicas que se prenden fuego hasta morir, porque su matrimonio ha sido acordado”. Anhela que “hombres y mujeres vivan en paz, en Afganistán”.
Wangari Maathai. Premio Nobel de la Paz 2004. Keniana. Fue la primera mujer africana en recibir este premio. Su marido le interpuso una demanda de divorcio, por tener “demasiado carácter, demasiado éxito y demasiada obstinación, para poder ser controlada”. Maathai insiste en que “las mujeres africanas deben liberarse del miedo y romper el silencio”.
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AOSLA-Gizalan, PREMIO BERDINTASUNA 2006
Por respeto a quienes nos leen, preferimos no ser, en IGUALaIGUAL, el objeto de la noticia. No es nuestro estilo. Pero qué podemos hacer, cuando es una institución la que se empeña en sacarnos los colores. Y así, recientemente, la Diputación Foral de Bizkaia / Bizkaiko Foru Aldundia, a través de su Área de Políticas de Género, nos ha concedido uno de los premios Berdintasuna 2006. Sospechamos que ha sido por nuestra labor con el incombustible y porfiado Programa IguaLANdo, cuya séptima edición iniciaremos este año, como corresponde, y con el que pretendemos agitar compulsivamente al personal técnico de orientación sociolaboral (que es lo nuestro), en materia de igualdad para mujeres y hombres. Casi nada, dado el percal de esa gran mayoría de nuestras chicas que, cada vez que tienen que rellenar el correspondiente casillero en el que se les pide que indiquen su “profesión”, dejan bien claro aquello de Orientador Laboral, no vaya a ser que la gente se confunda y se piense que, en lugar de profesión, se trata de una actividad lúdica . ¡Y eso, a pesar de que somos mayoría de féminas!
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Javier Guevara, consejero de Presidencia de la Diputación Foral de Álava
“Las mujeres extranjeras en Álava son inmigrantes económicas, su preocupación inmediata es el trabajo, no las políticas de género ”
Sin embargo, tienen mayor nivel formativo que sus parejas y persiguen la formación en la igualdad para sus hijas e hijos
¿Cómo encajan las mujeres inmigrantes en el seno de una sociedad plenamente occidental? ¿Qué lugar común (o qué tierra de nadie) es capaz de hacer convivir la simple búsqueda desesperada del sustento con las políticas de conciliación de la vida laboral y la vida familiar; con la lucha contra la discriminación de la mujer en los puestos de alta responsabilidad, o con la perseguida flexibilidad en los horarios de entrada y de salida del puesto de trabajo, para poder atender a personas dependientes? ¿Cómo casan la lucha por la pura y dura supervivencia con la irrenunciable máxima de “a igual trabajo, igual salario” ? ¿Y qué cargo político, qué instancia pública se atreve a hacer compatible un mismo proyecto para todas las mujeres, las de un lado y otro de esa línea roja que dibuja la inmigración? El II Plan Foral para la Igualdad de Mujeres y Hombres en Álava es una apuesta transversal, dirigida a toda la población alavesa, cualquiera que sea su origen. De las palabras de Javier Guevara, se deduce que esa transversalidad es la solución que puede hacer compatible un idéntico tratamiento para realidades sociales tan absolutamente distintas.
¿Cómo ha afectado la inmigración a las políticas de género que promueve la Diputación Foral de Álava? Más descarnadamente: ¿cree que han llegado “otros perfiles femeninos” con menor interés en reivindicar la igualdad entre mujeres y hombres, las políticas de género y la conciliación de la vida laboral y la vida privada?
Efectivamente, en los últimos años, ha cambiado el perfil de la inmigración en Álava. Según el estudio sobre “Mujeres inmigrantes en el Territorio Histórico de Álava” llevado a cabo en el año 2005 por el Departamento de Asuntos Sociales de la Diputación Foral, hemos podido constatar que alrededor de un 5 por ciento de las personas empadronadas en nuestro territorio son extranjeras, la mayoría de las cuales se concentran en el municipio de Vitoria-Gasteiz. Además, la tendencia evolutiva apunta a un progresivo aumento de la población extranjera que se ha multiplicado casi por cuatro, entre el año 2000 y el 2005.
De la población extranjera residente en Álava, el 45 por ciento son mujeres. No obstante, no se puede hablar de un colectivo homogéneo de mujeres inmigrantes en Álava. Centrándonos en el país del que proceden, se comprueba que más de la mitad del colectivo (54 por ciento) llega de países sudamericanos (sobre todo, de Colombia y de Ecuador). La cifra de extranjeras europeas supone el 21 por ciento del total, constituyendo las mujeres rumanas el grupo más numeroso, y otro 20 por ciento corresponde a mujeres africanas, la mayoría de ellas procedentes de los países del Magreb. Por último, son muy pocas las mujeres asiáticas que residen en Álava, siendo la mayoría de ellas de origen chino.
En cuanto a sus demandas de igualdad de oportunidades, hay que tener en cuenta que el colectivo de mujeres a las que estamos haciendo referencia son inmigrantes económicas, y como resulta obvio, su principal objetivo y preocupación es el trabajo y no reivindicaciones relacionadas con políticas de género. No obstante, un rasgo común a todas las mujeres extranjeras es la inquietud que manifiestan por la formación de sus hijos e hijas y, en este sentido, no hacen distinciones entre ambos sexos y tienen muy claro que sus hijas tienen iguales derechos que sus hijos al respecto, igualdad de perspectivas entre ambos sexos que está también presente entre las mujeres magrebíes.
Algunas de ellas se están procurando su propia formación, para poder acceder a mejores puestos de trabajo, otras sólo aspiran al aprendizaje del castellano y, por otro lado, otro grupo tiene un alto nivel de estudios y en ellas la inquietud por conservar y mejorar esta formación se mantiene.
El II Plan Foral para la Igualdad de Mujeres y Hombres en Álava desagrega por sexos, siguiendo recomendaciones internacionalmente extendidas. El resultado es que las actuaciones que se proponen se plantean necesariamente distintas, según se trate de mujeres inmigrantes o no inmigrantes. Es lógico. ¿Pero cree que esta circunstancia ahonda aún más la separación entre ambos grupos femeninos? ¿Es inevitable que haya dos grupos de mujeres que avanzan a distinta velocidad?
Los objetivos que se pretenden alcanzar a través del II Plan Foral para la Igualdad se dirigen a todas las personas residentes en nuestro territorio, mujeres y hombres, independientemente de su lugar de origen. Ello no obsta para que, tal y como se señala en la presentación del II Plan, uno de sus principios orientadores es el de “respeto a la diversidad”, en virtud del cual los poderes públicos deben poner los medios necesarios para que el proceso hacia la igualdad de sexos se realice, respetando tanto la diversidad y las diferencias existentes entre mujeres y hombres en cuanto a su biología, condiciones de vida, aspiraciones y necesidades, como la diversidad y diferencias existentes dentro de los propios colectivos de mujeres y de hombres.
En este sentido, las necesidades que tienen, en estos momentos, las mujeres inmigrantes son, dadas sus circunstancias, más básicas que las que pueden plantear las mujeres no inmigrantes, por lo que se puede hablar de mujeres en situaciones diferentes. Pero como hemos señalado, tampoco hay homogeneidad entre las mujeres inmigrantes; ellas también presentan características distintas, niveles de formación diferentes, etc... Por lo tanto, creemos que lo más apropiado es concebir a todas las mujeres como tales y reclamar para todas ellas el respeto a sus derechos, tanto en lo que se refiere al derecho al trabajo, como a la formación, al acceso a los servicios sanitarios y sociales, a la vivienda, etc,... Y qué duda cabe, también al derecho a la igualdad de trato y de oportunidades.
Evidentemente, la intensidad de los recursos puestos a su disposición habrá de ser diferente, proporcional y adecuada al nivel de necesidad que plantean, que, en principio, es mayor entre el colectivo de las mujeres inmigrantes.
Más en hostelería, menos en puestos cualificados
El mercado de trabajo trata de distinta manera a mujeres y a hombres. ¿Es esta realidad aún más grave, en el caso de las mujeres inmigrantes? ¿Disponen de datos sobre desempleo de mujeres inmigrantes, comparados con mujeres no inmigrantes, en Álava?
En primer lugar, quería señalar que, aunque el 48 por ciento del total de personas extranjeras residentes en Álava presentan una situación administrativa (con permiso laboral, con permiso de residencia permanente o con ambos) que les permite acceder al mercado laboral, en las mismas condiciones que el resto de ciudadanos, existen algunas diferencias entre hombres y mujeres: mientras que la mayoría de los hombres extranjeros (55 por ciento) cuenta con residencia permanente o con permiso de trabajo, la proporción entre las mujeres es mucho menor (39 por ciento).
En enero de 2006, el volumen total de personas extranjeras afiliadas a la Seguridad Social, en Álava, era casi del 6 por ciento del conjunto de la afiliación, en nuestro territorio y a esa fecha, una afiliación que resultaba mayoritariamente masculina. Así, mientras los varones representaban el 67 por ciento de los afiliados extranjeros, las mujeres sólo suponían una tercera parte (33 por ciento), la gran mayoría de las cuales se encontraban afiliadas al Régimen Especial del Servicio Doméstico; régimen, en el que más de la mitad de las personas afiliadas (51 por ciento), en dicho momento, eran extranjeras.
Por otra parte, si nos centramos exclusivamente en la población con permiso laboral, la tasa de paro es ligeramente superior, en el caso de las mujeres (17 por ciento de las mujeres extranjeras, frente a 16 por ciento de los hombres extranjeros). Se trata, de cualquier forma, de tasas muy elevadas, tanto para hombres como para mujeres extranjeras, si las comparamos con las tasas de paro en general de Álava que se sitúan, en la misma fecha, en el 2,1 por ciento para los hombres y en el 3 por ciento para las mujeres. Estas diferencias evidencian la mayor dificultad asociada a la extranjería en la búsqueda de empleo, incluso cuando se trata de empleos situados por debajo del nivel formativo alcanzado por estas personas y con peores condiciones contractuales.
La demanda en el INEM entre mujeres y hombres extranjeros tiene un aspecto en común: la demanda mayoritaria de trabajos no cualificados. Sin embargo, se observan diferencias significativas, como son una mayor demanda por parte de las mujeres en trabajos de restauración y una menor demanda femenina en trabajos cualificados, con lo que la demanda femenina extranjera se centra en el sector servicios y en el de servicio doméstico. Los hombres extranjeros, por su parte, demandan trabajo fundamentalmente en el sector servicios, pero también en el de la construcción, la industria y la agricultura, sectores de demanda casi exclusivamente masculina.
Podemos entrever, por tanto, peores condiciones laborales de las mujeres extranjeras, ya que los sectores donde éstas trabajan son los menos controlados por la Administración y donde se concentra la mayor parte de la economía sumergida. En contraposición, se observa un mayor nivel formativo de las mujeres extranjeras demandantes de empleo, respecto de los hombres inmigrantes.
Las políticas de conciliación de la vida familiar o personal con la vida laboral se han convertido en el centro de las políticas de igualdad entre mujeres y hombres, porque implican un nuevo concepto de familia. ¿Cómo cree que están respondiendo las mujeres inmigrantes a este tipo de mensajes? ¿Asimilan o rechazan estas propuestas que implican necesariamente una asunción de nuevos roles en el seno de las unidades familiares?
Ya hemos comentado el hecho de que las mujeres extranjeras, incluidas las de procedencia magrebí, desean una formación igualitaria para sus hijas e hijos. Esto nos indica que, aunque no reclamen para ellas nuevos roles en el seno de las unidades familiares, sí desean un futuro diferente para sus hijas e hijos. Esta preocupación por el futuro es un elemento común que une a todas las mujeres inmigrantes. No hay que olvidar que la búsqueda de un futuro mejor para ellos fue la principal causa que motivó la salida de sus países de origen. Todas comparten esa prioridad por procurarles una formación académica y, en este aspecto, no hay diferencia de expectativas para los hijos y las hijas.
Por otra parte, hemos observado que algunas mujeres latinas y mujeres del magreb que vinieron con intención de volver a sus países de origen, tras conocer nuestra cultura, nuestras formas de vida, nuestras costumbres y, sobre todo, la relación comparativamente más igualitaria entre el hombre y la mujer, manifiestan que no serían capaces de volver a su país y tener que “soportar” de nuevo las formas de vida más machistas de sus países de origen. Esto nos habla, si no de asimilación, al menos sí, de un cambio de mentalidad más propenso a la igualdad.
Garantizar lo más básico
¿Qué realizaciones se están consiguiendo, en el apartado de “adecuar los recursos sociales a las necesidades específicas de las mujeres inmigrantes en riesgo de exclusión social” que se incluye en el II Plan Foral para la Igualdad?
Lo primero que considero conviene señalar es que la población inmigrante puede acceder a cualquier recurso o servicio social dirigido a la población general, si cumple los requisitos establecidos para ello. De hecho, las situaciones de precariedad económica, laboral y social a las que se enfrentan la mayor parte de las personas inmigrantes extranjeras, les conducen con frecuencia a los servicios sociales en demanda de apoyo. Así, una de cada diez demandas planteadas en los Servicios Sociales de Base del territorio histórico de Álava, el año pasado, corresponden a personas de nacionalidad extranjera.
La atención que se les ofrece se centra en programas de inserción socio-laboral, programas de incorporación social, programas de atención social y jurídica, programas de apoyo al temporerismo agrícola y en programas de ayudas económicas, sobre todo, de Renta Básica. En cuanto a esta última prestación, casi la tercera parte de sus perceptores son extranjeros y en un 20 por ciento se trata de mujeres extranjeras. En este sentido, debo decir que, siendo un principio reconocido el de la igualdad de toda la ciudadanía en el acceso a los recursos y servicios sociales, uno de los principales retos es el de garantizar la satisfacción de las necesidades básicas de alojamiento y alimentación a este colectivo; especialmente, si tienen menores a su cargo.
Pero también se han desarrollado recursos específicos para personas inmigrantes, en aras a facilitar su integración social. Entre estos recursos, podemos destacar los servicios de atención a menores extranjeros no acompañados, los centros municipales de acogida a la inmigración, los programas específicos de enseñanza de castellano, talleres de alfabetización, servicios de traducción e interpretación y otros recursos relacionados con estancias y asentamiento para personas con dificultades de alojamiento. Además, la Diputación Foral cuenta con un programa de ayudas económicas, vía subvenciones, que sirve para apoyar a las numerosas asociaciones y organizaciones no gubernamentales que trabajan en la provincia con las personas inmigrantes y a los ayuntamientos alaveses que desarrollan programas en el campo de la inmigración.
Y también quiero señalar que, en estos momentos, nos estamos planteando ahondar en la sensibilización de la población autóctona, con la finalidad de evitar las actitudes de rechazo hacia la población inmigrante y favorecer con ello la interculturalidad.
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Es probable que le hagamos un favor a Dolce y Gabbana...
Pero como ya se lo ha hecho, antes, otra gente y como el daño ya está hecho, pues, lo que se dice aquí, no nos vamos a callar. Es probable que este tipo de gentuza gane dinero con esta tan original y ocurrente manera de hacer publicidad. Qué digo probable: está fuera de toda duda. Dolce y Gabbana han ganado mucho dinero con esto y con la polémica que han generado y con todo lo que se ha dicho sobre la ética en la publicidad. Y eso está muy mal, claro que sí. Pero lo que está mucho peor, lo que ya no se pua'guantá' de lo mal que está, es que, aquí, la gentuza que recurre a estas tretas, no sólo salga ganando, sino que, además, se busquen un estilo propio y un hueco en el mercado. Hasta tal punto es así, que podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que el pecado de estos italianos no es el que parece traslucirse de la sofisticada escena de violación en masa de su anuncio (como sofisticación, no tiene parangón, seamos justas), sino que se trata de un plagio. ¡Y descarado! Porque ese hueco de mercado es original propiedad de un individuo que irrumpió en las pasarelas con un desfile de mujeres ahorcadas y encadenadas y, hoy en día, gana dinero, pero mucho dinero, empotrando sillas en la cabeza de alguna pobre modelo, que bastante tiene con lo que tiene, como para, encima, soportar el demérito curricular de pasarle semejante modelito a semejante timador. Ahora bien, no olvidemos que, en cualquier timo, es más culpable la víctima que el sujeto activo del delito. Sí: ¡que digo que es más culpable la víctima que quien tima a la víctima! Si se trata de un timo, ¡sí! Y eso es así, desde la estampita de posguerra a la televisión basura de hoy mismo, que es, ésta última, el caldo de cultivo, en el que abortos intelectuales como Dolce y Gabbana (y como el otro del sillazo) medran. Sólo cuando las pasarelas llegan a la telebasura (es decir, a la producción propia no-ficción de sobremesa) es cuando las pasarelas se convierten en focos de contagio de este tipo de infecciones sociales. ¿Por qué...? Pues, sólo porque tú y yo seguimos negándonos a optar por aprender idiomas y ver los informativos de la BBC o de la CNN. ¿Y cómo...? Pues está muy claro: utilizando el culo, en el momento de tomar la nunca en absoluto inocente decisión de cambiar de cadena. Como hacemos tú yo, reconócelo. Y no olvides eso de “nunca en absoluto inocente”... A estas alturas de la destrucción del planeta, ver la televisión no forma parte de una opción para el tiempo de asueto o el famoso merecido descanso. Para eso están los libros, las revistas, la radio, el DVD, el equipo de música, el deporte e incluso la ginebra a palo seco. La televisión, no. Ya, no. Lo sentimos, mona. Nadie dijo que eso de vivir y mantenerse en equilibrio mental estable fuera sencillo. (De todas formas, no olvides, siempre que te pregunten sobre qué es lo peor de la publicidad, mencionar a la Coca Cola, por aquello de que nos quieren vender no sé qué “way of life” del famoso imperio, que, como es lo único que nos preocupa, es sobre lo único que nos posicionamos, dejando absolutamente libre el resto de la portería).
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Y más que curioso, resulta rememorativo, conmemorativo y memorable del querido internado femenino, que, todavía en la moderna Europa, sigamos en esa estela y nos salgan con eso de “los ministerios de las chicas”. Y más, viniendo la cosa de donde viene: la Alemania del Rihn y del Ruhr. Y es que, allí, resulta ser cierto que nuestras exploradoras han encontrado un Ministerio de Familia, Mayores, Mujeres y Jóvenes, a cuya cabeza, cómo no, siéntase (y esperamos que muy cómoda) una mujer. ¡Por fin, compañeras! ¡Aquí lo tenemos! ¡El famoso norte de Europa ha creado “El mundo de las chicas” ! Un lugar maravilloso, con alfombras de ensueño y cortes de pelo a casco, donde las chicas hemos conseguido que unos señores eleven los retalitos a la categoría de ministerial objeto de administración. Con ministra, coche oficial, ordenadores, armarios con papeles y todo y unos archivadores monísimos que son la monda lironda. ¡Ah, y teléfono móvil! Dicen nuestras arriesgadas exploradoras que, gracias al reconocimiento que tiene la mujer en el norte de Europa, por fin ha habido alguien que nos ha juntado todas nuestras cositas y (como allí sí que nosotras decidimos, queridas amigas) ya se pueden ir preparando todos los machistas del mundo, que, desde el poderoso Ministerio de Familia, Mayores, Mujeres y Jóvenes, les vamos a poner en su sitio. Que nos dejen tranquilas y que se dediquen a lo suyo: Economía, Interior, Defensa, Asuntos Exteriores, Administraciones Públicas, Trabajo, Sanidad, el fútbol, las cenas hasta las tantas, la de amarillo que la pillo, los amigotes, a la de rojo que la cojo... Y todos esos rollos macabeos. Que nosotras, ya tenemos, por fin, “el mundo de las chicas”, nuestro mundo, en el que no entrarán pisoteando con los zapatazos llenos de barro del campo de golf, hablando del próximo coche que se van a comprar. En “el mundo de las chicas”, nos cuidamos de nuestras cositas y lo hacemos muy bien. La familia, bien... Los abueletes, de mil amores... La juventud, aseadita y muy cuidadita... ¡Y quién, mejor que nosotras mismas, iba a encargarse de nosotras mismas! ¡Qué detalle han tenido en la Alemania del Rihn y del Ruhr de ponernos un ministerio de chicas, con lo difícil que está ahora eso de inventarse algo para las niñas pijas que no tenemos nada mejor que hacer! ¡Ay, ay, ay...! ¡En fin, Serafín!
Ahora bien, lo que ya no resulta tan curioso es eso de reconocer que las mujeres administramos mejor el dinero que los hombres (pues claro que yo también me incluyo, queridas...). Lo que resulta curioso es que lo haya tenido que decir un premio Nobel, para que se le haga caso. Y que, además, sea prácticamente el núcleo duro de su mensaje. Me refiero a Mohamed Yunus, el bangladeshí que resultó merecedor del Premio Nobel de la Paz, el año pasado, por su iniciativa de los denominados “microcréditos”. Yunus cuenta un caso que lo dice todo por sí mismo: “Antes de recibir un micropréstamo de 100 dólares, para ampliar su negocio de tortillas, Ana Ruiz, de Nicaragua, vivía en una choza hecha de trozos de madera, con sus ocho hijos. No tenía ningún mueble, excepto su mesa de trabajo, y sus hijos nunca tuvieron zapatos, ni la oportunidad de asistir a la escuela. Después de su segundo préstamo, Ana logró enviar a los cuatro mayores a la escuela y compró ocho sillas de plástico, para que sus hijos no tuvieran que sentarse en el suelo”. Y no le debe nada a nadie, porque Ana atiende religiosamente su microcrédito. Detallar más su historia sería esbozar el argumento de una novela. Y es que las mujeres hemos conseguido dos cosas. Una, ser capaces de corregir todo lo que han sido capaces de cargarse los hombres, en Nicaragua y aquí, porque, en un alarde de infinita inteligencia, dios dio bragas a quien no tiene culo. Y otra, ser protagonistas de historias de estas características: historias de construcción, no de destrucción; historias de progreso, no de empecinamiento en el error. En mayor o menor medida y salvando las lógicas distancias, todo eso también lo vemos aquí y a diario. Sí es necesario irse tan lejos como a Nicaragua, o Bangla Desh, o India o Pakistán, para reconocer una iniciativa que, después de muchos años de esfuerzo, merece que sea reconocida con un Premio Nobel para quien se la inventó. Pero no es necesario irse tan lejos, para comprobar cuántas familias sobreviven, gracias a la capacidad de “gestión” (hay que llamar a las cosas por su nombre) de cantidad de mujeres que, en ciudades grandes y pequeñas, en el campo y en los pueblos, son capaces simplemente de llegar a fin de mes, con cuatro cochinas pesetas. En nuestro mundo, los microcréditos, ni son viables (todavía), ni, si lo fueran, dejarían de ser otra parte más de la oferta de entidades bancarias de talla internacional, como son las nuestras (y por muchos años). Pero nosotras diríamos que incluso puede que hasta sea más difícil, aquí, convivir con nuestros bancos y pagarles las infinitas deudas a las que ellos mismos nos tientan y nos lanzan, que sortear el hambre y el subdesarrollo. No sé. Pero es como para reflexionar. |
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INDIAS
Un amigo mío es padre de una niña pequeña. Me ha contado que a menudo la toma de la mano y la lleva a su cama y que se quedan dormidos juntos, al lado de su perrito de trapo. Esa imagen me parece preciosa. No puedo evitar sentir que esa niña es muy afortunada porque ha nacido aquí, porque su padre y su madre la quieren por sí misma.
Qué diferencia si hubiera sido concebida por una pareja de la India. Allí tal vez ni hubiera nacido. En aquel país las niñas no son especialmente bien recibidas. Como que matan a dos millones y medio de ellas al año, algunas incluso antes de nacer. Algo que se da más, sorprendentemente, en las zonas más desarrolladas y mejor alfabetizadas de aquel país. El asunto es de tal magnitud que las autoridades indias han tenido que tomar medidas y, como mal menor, quieren incentivar el abandono de las niñas. Siempre será mejor, piensan, que las abandonen a que las maten.
Sí que sería preferible, aunque nunca bueno. Les espera a esas niñas abandonadas una vida estigmatizada y bastante peor que la vida que está reservada a las hijas criadas en familia, para quienes se pacta el matrimonio, lo cual supone una sangría a la economía familiar en forma del pago de la dote. Una hija, por tanto, es sinónimo de fuerte gasto. Gasto que muchos no están dispuestos a soportar, de ahí que la tasa de mortalidad infantil femenina se sitúe en algunos estados indios en un escalofriante 70 por ciento. Ahora imaginemos cómo tiene que presentarse el futuro de esas niñas abandonadas, sin posibilidad de dote, en semejante sociedad.
Al menos, si no consiguen casarlas, les queda el consuelo de que nunca tendrán que ser víctimas de ese rito maligno y aberrante llamado “Sati” que les obligaría a lanzarse a la pira funeraria de su fallecido marido si le sobrevivieran.
Da la sensación de que, en la India, lo peor que puede pasarle a una mujer es que sobreviva. El vivir, que es un sinvivir. Tengo que acordarme de pedir a mi amigo que abrace a su pequeña de mi parte.
Mariasun Gallo. Grupo Alapar
© ALAPAR. 2006 | www.aosla.org/alapar | alapar@aosla.org
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ALAPAR, Investigación, Innovación y Desarrollo en Orientación Sociolaboral, Igualdad de Oportunidades y Políticas de Género, es un grupo de debate, propositivo y activo, en materia de igualdad de oportunidades. Está formado por seis técnicas de empleo, con experiencia en diferentes campos de la promoción de empleo: orientación, información, entrenamiento de habilidades en la búsqueda de empleo, asesoramiento a proyectos empresariales y de autoempleo, gestión, intermediación... |
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POR MI CULPA, POR MI CULPA, POR MI GRAN CULPA
(A la alienación, por la repetición)
“Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa”, esto es lo que repetían, una y otra vez, niñas y niños, rezando al unísono y en voz alta, con mucho entusiasmo; tanto, que pude oír sus voces, a través de una ventana, cuando iba de camino al trabajo, en mi turno de tarde. Esta casualidad me hizo recordar el tiempo en el que yo iba a la escuela y también repetía “el credo” como una papagaya y la frase que más me gustaba era precisamente esa, la de la culpa. Creo que si te la aprendes a la correndilla es bastante sonora. Y entusiasma. Sin embargo, aunque al principio de mis palabras pueda parecer que me he sentido nostálgica, no es así, lo que me ha empujado a escribir esto es ser consciente, una vez más, de cómo la Iglesia tiene todo bien atado, para que mujeres y hombres nos sintamos culpables y seamos obedientes a la “iglesia que es una santa”, eso dice también en este credo.
Concretando, me parece terrible que, desde que tenemos uso de razón, se nos eduque en la cultura de la culpa, el pecado, la decencia, el perdón, la fe… y otros valores que sólo hacen que los seres humanos seamos más desgraciados y menos libres. Y todo esto se hace muy bien, si, desde nuestra más temprana edad, nos hacen repetir, en grupo, una serie de frases que interiorizamos. Porque, aunque pueda parecer insignificante, el cantar en voz alta frases con semejante carga ideológica y emocional no puede caer en saco roto. Ni siquiera pensamos lo que estamos diciendo. No debemos olvidar que el repetir un concepto o una frase, en voz alta, hace que interioricemos lo que decimos, aunque conscientemente no le prestemos atención. De hecho, hay técnicas de estudio que consisten en ponerse una grabadora con los conocimientos que queremos adquirir, aun cuando dormimos; y esto tiene resultados sorprendentemente efectivos, a la hora de recordar lo que hemos escuchado durante el sueño.
De esto también sabe la Iglesia, ya que alguna vez se ha opuesto a alguna canción, argumentando que ésta contenía mensajes satánicos que el oído no percibe claramente, pero queda en nuestro subconsciente.
Por eso, estoy convencida de que no es saludable para nuestras libertades y nuestro desarrollo humano que sigamos reproduciendo y alimentando tradiciones, costumbres, religiones que, aunque parezcan “inocentes”, término también que me suena bastante católico, tienen un fondo de absoluto control y adoctrinamiento social que permite reproducir la polaridad económica, es decir, que unos pocos tengan mucho. Así, sabemos que la Iglesia posee un patrimonio incomparable… Sólo hay que ver el Vaticano como muestra, y que otras muchas y muchos tengan muy poco; como ejemplo, mujeres y hombres, niñas y niños etíopes que mueren literalmente de hambre y sed.
Lourdes Pastor Martínez. Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres.
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"El hervidero neuronal de la Pura"
Consultorio que lo es
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Querida Pura: ¿Es verdad lo que me dice la mi nieta, hija, que nos mandan a la guerra... y encima tenemos que estar como unas pascuas de contentas? Que me dice la niña, dice..., “¡Oyes, agüela, que hay una guerra en el África que la van a parar las mujeres soldados de la ONU, que sólo van a ir mujeres allí!” ¿Pero puede ser verdad lo que dice esta penco, que los hombres montan un “gorigori” y tenemos que ser las mujeres las que pongamos la cara? ¿No será que esta chicazo de la mi nieta quiere preparar la cama en casa, para meterse a “soldao”, que ya lo viene diciendo, desde que era bien pequeñita?
Evelinda Juanansiosa Potrollón. Calcañar de los Calcaños. |
Querida Evelinda: Que tenías que vivir en semejante pueblo, perdido entre los eriales y los barbechos. Pues, hija, pues claro que lo que la niña te está pidiendo es una ayuda, un apoyo y un no sé qué y un algo más propio de una abuela, aunque sea calcañosa. ¿Y, qué pasa? Que te tiene que quedar muy claro que, desde que el mundo es mundo, muchas cosas han ido cambiando, pero guerras las ha habido siempre. Y en todas partes. Y, lo siento mucho, que soy la primera en sentirlo muchísimo, va a seguir habiendo. Y que no hay ningún desdoro en que vayan mujeres. Si quieres que te diga la verdad, si alguien tiene que ir, es mejor que vayan mujeres, que si alguien lleva algo de humanidad a la guerra, ¡pues a ver...!, no van a ser los hombres, que llevan toda la vida matando inocentes. Y nada menos que 270.000 inocentes murieron en esa guerra de Liberia que tú dices y que es donde la ONU va a mandar a cien señoras como dios manda y con su uniforme y sus armas y lo que haga falta. Que no son unas niñatas, que son mujeres policías y soldados con experiencia. ¡Que tampoco en eso tenemos nada que envidiar a ningún hombre! ¡Y qué, si a tu nieta le gustaría ser una de ellas! Está en su derecho. ¿Es que tenemos que ir a por la igualdad con complejos, que sólo servimos para poner vendas? ¿Por qué las cosas que tienen que ver con defender, poner orden, velar por la paz, son patrimonio exclusivo de una caterva de machistas de uniforme? ¡También hay que estar ahí, porque también ése es nuestro puesto! Y si alguien me tiene que defender a tiros, que sea una mujer. Y además, seguro que en Liberia ven a las mujeres con otros ojos. Que para tratarse de un país en desarrollo, con muchísimas necesidades, tuvo el valor de escoger como presidenta, en 2005, a una mujer, que es la única jefa de estado en África... ¿Y que nosotras somos las que tenemos que parar lo que los hombres empiezan? ¡Pues claro, como siempre! ¡Y quién, si no!
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Querida Pura: Eres muy quejica y muy melindres. Que siempre que si “¡ay, ay, ay...!”, que si lo mal que estamos, que si todo nos viene mal... No sé, hija, pero ahora que estamos en eso de las fechas y los ochos de marzo y esas cosas que tantísimo te gustan, ahí te mando un papel para que te enteres de lo que tenían que aguantar nuestras madres. Que es el contrato de maestra que tuvo que firmar la mía, en 1923. Que eso sí que era para llevarse las manos a la cabeza, que aquellas mujeres sí tenían que aguantar y no, ahora, tantos pitos y flautas. Para que te enteres.
Juana María de la Desfachatez Gorda. Colmenarón de los Abejorros.
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Querida Juana: Te salva que no te tengo a mano, porque, si no, te arreo el tapaboca que te tenía que haber dado tu madre, que para eso era maestra y de las que tuvieron que aguantar lo que... ¡sí está escrito! Te salva que te saco aquí, porque ese documento es muy importante. Y te salva que, ahora que estamos de rememoración (que es lo que tú llamas “eso de las fechas”, pedazo de bocón sin remedio), el documento tiene mucha importancia. Porque, si yo me quejo, Juana, es porque tengo razón; y que eso no quita lo valiente de reconocer que, como es lógico, no estamos en 1923. Pero tu santa madre (que no sabía hasta dónde la metía, cuando te parió) pudo enseñar a leer y escribir, a niñas y niños, por igual, aun firmando un contrato con catorce puntos, en los que se obligaba a: “no casarse (este contrato queda automáticamente anulado y sin efecto, si la maestra se casa)”. A “no andar en compañía de hombres”. A “estar en su casa entre las ocho de la tarde y las 6 de la mañana, a menos que sea atender en función escolar”. A “no pasearse por heladerías del centro de la ciudad”. A “no abandonar la ciudad, bajo ningún concepto, sin permiso del presidente del Consejo de Delegados”. A “no fumar cigarrillos (este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto, si se encontrara a la maestra fumando). A “no beber cerveza, vino, ni whisky (este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto, si se encontrara a la maestra bebiendo cerveza, vino o whisky). A “no viajar en coche o automóvil, con ningún hombre, excepto su hermano o su padre”. A “no vestir ropas de colores brillantes”. A “no teñirse el pelo”. A “usar al menos dos enaguas”. A “no usar vestidos que queden a más de cinco centímetros por encima de los tobillos”. A “mantener limpia el aula”. A “barrer el suelo al menos una vez al día”. A “fregar el suelo del aula al menos una vez por semana con agua caliente”. A “limpiar la pizarra al menos una vez al día”. A “encender el fuego a las siete, de modo que la habitación esté caliente a las ocho, cuando lleguen los niños”. A “no usar polvos faciales, no maquillarse ni pintarse los labios”... Ahora, me explico un par de cosas. Primera, por qué las maestras de nuestro país han sido siempre “señoritas”, “la seño” o “la se”... Segunda, por qué la enseñanza en nuestro país fue un trabajo de heroínas, lo más alejado del concepto que se tiene de una débil y endeble “señorita” .
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Querida Pura: Y es que, hija mía, siempre tenemos que estar de luto. Pero qué quieres, que a eso nos tienes acostumbradas... Que el caso es que, en el centro de día, nos han dicho que ha muerto, en esos Estados Unidos, la jueza Jane Bolin, que ya tenía la pobre 99 años, casi el siglo, como mi prima. ¿Y que no sabes quién era? Pues, hija, no sé cómo te he podido sorprender, con todo lo que tú sabes. Busca, busca y ya verás quién era...
Petronila Mandaco. Vencejales del Terrón.
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Querida Petronila: ¿Te quieres apostar a que te libras del rodillazo, porque eres mi cuñada y además estás lejos? ¿Pero te has pensado que yo no sé quién es Jane Bolin; que me he puesto a estas cosas, porque no tengo nada mejor que hacer? Jane Bolin fue la primera jueza negra de los Estados Unidos esos (como tú dices) e hizo más por la igualdad entre razas que muchos hombres que, luego, han pasado a los libros de historia. Como tú, que vas a pasar a los libros de historia, por idiota. En primer lugar, consiguió graduarse en Yale, hasta con la oposición de su propio padre; supo sacarse el puesto de jueza, en 1939, con el apoyo del alcalde de Nueva York, siendo mujer y siendo negra. Durante cuarenta años, ejerció en un Tribunal de Relaciones Domésticas, que no era el Supremo, pero que le sirvió de plataforma para desarrollar un trabajo (a ver si te suena a algo esa palabra, pedazo de bruta mantenida...) como lo ha hecho muy poca gente, apoyando a familias marginadas, niñas maltratadas o mujeres asesinadas por sus maridos y compañeros. Es probable, Petronila, que tú te hayas enterado de quién fue esta mujer..., ahora. Pero yo ya sabía que Jane Bolin promovió la creación de uno de los primeros centros de rehabilitación de delincuentes juveniles, de carácter multirracial. Y de luto, boca de sapo, estarás tú, porque, aquí, nosotras estamos que lo tiramos. Que, cuando toca celebrar, se celebra, que para eso nos curtimos el cuero.
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Violencia contra las mujeres: estrategias de intervención
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CONVOCATORIA DE SUBVENCIONES CAJASUR 2007
Desde la Fundación CajaSur.Obra Social y Cultural pretendemos reforzar nuestro compromiso social, solidarizándonos especialmente con los colectivos más vulnerables, incrementando y fomentando los proyectos de promoción o atención social, sanitarios, medioambientales y culturales, favoreciendo la aplicación de las nuevas tecnologías y exigiendo la máxima eficacia y rentabilización de los recursos en la gestión de los proyectos.
Más información en: http://www.cajasur.es/web3.0/corporativa/obs/subvenciones/bases_convocatoria.pdf
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V CONGRESO SOBRE LA INMIGRACIÓN EN ESPAÑA "MIGRACIONES Y DESARROLLO HUMANO"
- Convoca:
Universitat de Valencia
- Fecha: Del 21 al 24 de Marzo de 2007
- Lugar:
Valencia
- Objetivos: Profundizar e incidir en el carácter de las migraciones como factor de desarrollo para nuestra sociedad. Debatir y contrastar los resultados de las investigaciones más recientes sobre las migraciones, permitiendo el encuentro de los miembros de la comunidad científica. Analizar y reflexionar sobre el estado del fenómeno migratorio en el Estado español conjuntamente entre investigadores y actores de la sociedad civil.
- Información
e Inscripción: http://www.adeit.uv.es/inmigracion2007/index.php
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Edita: Asociación Profesional de
Orientadoras/es Socio Laborales (AOSLA-Gizalan)
Directora: María Asunción Gallo Montero
Redacción: C&P Comunicación y Prospección
Directora de Arte: Ruth Álvarez Rocha
IGUALaIGUAL no se hace responsable de las opiniones vertidas en las
colaboraciones.
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