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Número 26. Especial 8 de Marzo de 2011. Día Internacional de la Mujer.
                          
 
Editorial

Da que pensar

 

Da que pensar Caen las pirámides en Egipto y se cuentan por miles los cadáveres en Libia y la esperanza transforma a las mujeres en ábacos vivos: cuentan los días de este coletazo de la historia que les puede llevar a un país donde no les ponga en su sitio ningún Libro Verde escrito por un fantoche genocida. Aunque también podría ser que no fuera así, que las mujeres siguieran sin contar nada por allí; o lo que es peor, sin saber contar. Revienta Ben Alí del disgusto de perder su pequeño feudo de Túnez y las mujeres tunecinas se duermen con la nana de la esperanza. O tampoco: ¿qué clase de revolución le da verdaderamente la vuelta a un país, de donde la gente se va en pateras..., precisamente después de la revolución?

Vemos por televisión mujeres protestando, sin velo, sin burka, luciendo orgullosas su cabellera azabache en la plaza de Tahrir, o en el Día de la Dignidad marroquí (ese reino feudal con el que compartimos frontera), o en la Plaza de la Perla de Manama, sin que Mahoma les diga dónde tienen que estar, cómo tienen que ir, a quién tienen que pedir permiso. Y parece tan increíble, que no nos lo terminamos de creer. Hasta en Irán da la impresión de que también tiembla la arena del desierto. Y no nos lo terminamos de creer.

¿Por qué será, que parece que estamos esperando a que algún gato encerrado salte de pronto? ¿Por qué será, que no nos terminamos de creer que un burka, un hiyab, un litam, un djilbad, un nikab, un chádor (cuántos siglos de diversidad inquisitorial) puedan desaparecer, de la noche a la mañana? ¿Dónde se han metido todos esos represores de a pie de calle, de chilaba y palo en mano? ¿En qué impune lapidación acabará el orgullo de esas cabelleras azabache? ¿Por qué nadie, ni hombre ni mujer, ha dicho que no piensan sustituir una dictadura sátrapa por el palo de un inquisidor religioso? “Profeta: di a tus mujeres y a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que se ciñan sus velos . Esa es la mejor manera de que sean reconocidas y no sean molestadas. Dios es indulgente, misericordioso”. (Corán, 33, 59).

Las revueltas en países sin organización disidente alguna, ni en el exilio ni en el interior, donde los únicos que están organizados son hombres y se llaman Hermanos Musulmanes, Hizbulá, Salafismo, Yihadismo y lindezas por el estilo, no suelen ser el primer paso de una revolución laica. Según el Pew Research Center, el 84 por ciento de la población egipcia estaría a favor de la ejecución pública para quienes abandonan el Islam, y el 76 por ciento, a favor de la lapidación en casos de adulterio. O sea, la misma gente que estaba en Tahrir. Repásese la Historia. Dios no ha sido nunca indulgente o misericordioso. Ni allí, ni aquí, ni en ninguna parte. En el nombre de Dios y amparándose en su secular inacción, se han cometido los mayores crímenes. No bajemos la guardia; y menos, en el Día Internacional de la Mujer.

 

 
Dicen los periódicos

 

Dicen los periódicos...

... que la verdadera diferencia está en el bolsillo. ¡Con el arraigo que tiene entre nosotras el bolso, y lo llevamos tan vacío como llenos llevan los hombres los bolsillos de sus pantalones! Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), las mujeres cobran, al año, una media de 7.140 euros menos que los hombres. Entendámonos: para el mismo puesto de trabajo, que, ahí, sí estamos al nivel. Dicen los periódicos...Pero es una noticia que no asusta, porque somos animales de costumbres y, nos guste o no, ése ya es un sonsonete viejo. Casi, casi, hasta pasado de moda. Lo que zahiere la pituitaria es el detalle, la letra pequeña tras la que el diablo se oculta. El busilis de la cuestión radica en que esta situación es especialmente grave, en el sector Servicios. O sea, que, descargando bultos en el muelle, hay menores diferencias salariales entre estibadores y descargadoras. O bien, que, conduciendo camiones, hay menores diferencias salariales entre conductoras y conductores. O también, entre mineras y mineros. O incluso, entre buzos y buceadoras. O entre soldadores y sus colegas femeninas sin denominación en castellano (que soldar es cosa de hombres y, además, con mandil y de cuero). O entre militares sin distinción de sexos. Puede hasta darse el caso de que no se reconozca una denominación específica para las mujeres dedicadas a estas actividades, pero ahí hemos conseguido una mayor equiparación salarial. La diferencia está en los Servicios, ese lugar de la economía de un país, donde las mujeres pueden ser más productivas que los hombres. Esas actividades, en las que la mayor habilidad manual y despliegue de fuerza se suele situar en el teclado de un ordenador. Ahí, donde sí hay muchas mujeres; ahí, donde sí pueden ganar ellas, es donde la masculinidad del sistema se atrinchera y enquista. Es ahí, donde se producen las mayores diferencias salariales entre mujeres y hombres. Para un mismo puesto de trabajo, claro está. ¡Qué bien montado que tenemos el montaje! El 82,9 por ciento del total de las personas que se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión social son mujeres. Los hombres, el 21 por ciento, más o menos. ¡Bah, el problema se elimina casándote, hija, como toda la vida de dios! Así que asunto solucionado. Sin embargo, hablando con justicia, el INE también revela cifras de éxito femenino. Las mujeres dedican dos horas y veintitrés minutos más al día que los hombres, a tareas domésticas y al cuidado de todo tipo de personas dependientes, da igual el sexo o la edad. Que no todo iba a ser llevar las de perder.

   

Aunque tampoco ayuda la situación en que se encuentran las mujeres, dentro del sector de las tecnologías de la información y la comunicación. TIC, para más señas. Siendo, como es, el sector económico con mayor proyección de futuro, donde se esconden las claves secretas del mecanismo que controla el universo mundo, continúa siendo opaco para las mujeres. No es sólo un asunto exclusivo de nuestro país. Es un problema, como poco, de Europa. En países como Austria, Luxemburgo, Suiza y Holanda, la presencia de las mujeres en el sector informático está por debajo del 10 por ciento. De hecho, en España, no estamos tan mal, con un 24 por ciento de representación femenina en empresas TIC. Sin embargo, nos afecta el mismo tipo de problemática que en el resto de Europa, según las principales conclusiones del congreso “Las mujeres y las TIC, a lo largo de su ciclo vital”, organizado por el instituto IN3 de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), que se celebró, en Barcelona, allá por noviembre de 2010. (Tampoco nos ilusionemos: la situación sigue siendo la misma, aunque hayan pasado cuatro meses). De lo que se habló en la capital catalana, hay (según nuestra humilde y orgullosamente parcial opinión que nadie nos subvenciona) aciertos e inexactitudes. Dicen los periódicos...Y es que es verdad que la situación de la mujer en un ámbito tan estratégico como éste se investiga poco y que, en toda Europa, se recurre al falso tópico de que “a las mujeres no les interesan las tecnologías”. Una mentira que nos sumerge en el mar de la tranquilidad, que es como decir en la Luna, y nos permite pasar de página en este tema. De hecho, nuestro país puede ser un buen ejemplo de lo contrario. Porque, pese a todo, el hecho de contar con un 60 por ciento de tituladas universitarias (o sea, mujeres) sitúa la representación femenina en las TIC españolas en un 24 por ciento. En ese listado, sólo nos supera Irlanda en toda Europa, con un 1 por ciento más. No estamos mal y la situación demuestra que una mujer preparada vale por dos; o más de dos, si nos comparamos con austriacas, luxemburguesas, suizas u holandesas. Y luego, está el apartado de las inexactitudes, una visión de la vida desde un punto de vista supuestamente feminista que no pasa, realmente, de una cierta “perspectiva Cosmo”, ya entendéis... Porque hay quien achaca el fracaso de la conciliación de la vida laboral y la vida personal en estas empresas (fracaso que lo es en la mayoría de los sectores) a que las mujeres de las TIC viven sojuzgadas durante “24 horas, siete días a la semana, en jornadas de trabajo muy largas y a veces imprevisibles, que hacen difícil conciliar la vida profesional y la privada”, según dijo Cecilia Castaño, de IN3. Ya estamos: sólo hablamos las mujeres ejecutivas sobre las mujeres ejecutivas. Ésa es la perspectiva Cosmo. Pero la mayoría de las mujeres, en las TIC y en las no TIC, trabajan a horario. Y es cierto que el problema está en la conciliación. Es decir, en el horario. Y que, una vez solucionado el horario, quedaría igualmente solucionada buena parte del problema. Sí, claro, pero no es un problema femenino, sino el problema de un país entero y verdadero que pretende vivir en el siglo XXI con criterios vitales propios de 1940. Mujeres de poca fe: una jornada laboral distinta será una vida distinta.

 

   

Elena MendozaY tanto como distinta quizá no llegue a ser la nueva vida de Elena Mendoza, la primera mujer en la historia que ha conseguido el Premio Nacional de Música, pero, en todo caso, sí sabrá de sí misma que ha marcado un par de hitos. En primer lugar, en la composición musical, porque es un terreno en el que aún no hay muchas mujeres. Y en segundo lugar, en el del reconocimiento, extraño fenómeno que no se produce todos los días, cuando se trata de una mujer. Sea como fuere, el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM), que es el organismo que le ha concedido el premio, ha conseguido también por su parte poner una pica en Flandes: su innegable trabajo a favor de la Música, escrita así con mayúscula, está consiguiendo una mayor proyección, ya que la noticia corre a lomos de la novedad de que sea una mujer la compositora galardonada (gana la música y gana el público, cuando gana una mujer). Han sido precisamente los trabajos de composición de Mendoza “Fragmentos de teatro imaginario” y la ópera “Niebla” los que hicieron inclinar la balanza a su favor. Elena Mendoza, hija también de otro Premio Nacional (aunque, en este caso, de Restauración, porque es hija del arquitecto Rafael Mendoza Castell), es profesora de la Universität der Künste, de Berlín, y cuenta con un importante catálogo de música instrumental de cámara.

 

 

 
Interesa

 

Pilar Lucio, consejera de Igualdad y Empleo de la Junta de Extremadura


Pilar Lucio“Creo que el poder legislativo está a la altura de las exigencias contra la violencia de género”


 

A la ley de igualdad extremeña le seguirá el IV Plan para la Igualdad de Oportunidades de las Mujeres en Extremadura

 

Pilar LucioPese a la constatación de que “Extremadura, además de rural, es muy extensa” y que esa circunstancia exigirá la máxima cooperación entre la administración regional y la local en las estrategias de equiparación real entre hombres y mujeres, Pilar Lucio se siente orgullosa de la gestión de su comunidad autónoma en este terreno. La Ley de Igualdad que está en trámite parlamentario pretende ser también una estrategia efectiva contra la violencia de género, con ambiciosos mecanismos como la “detección prematura” y con “ indicadores que nos van a permitir medir exactamente la eficacia de las propuestas” . En opinión de Pilar Lucio, se parte de una buena base. “La justicia se está adaptando a un ritmo como jamás lo había hecho antes... Nuestra ley de igualdad establecerá los mecanismos que nos ayuden a eliminar las discriminaciones”, explica la consejera.

El proyecto de ley de igualdad extremeño nace de la constatación de que la igualdad no se ha conseguido. En las regiones con predominio rural, como Extremadura, ¿esta situación es más grave que en el resto?

Lo rural no es un problema, es una forma de vida elegida y queremos que en esta forma de vida encaje la transversalidad de género. No es el ámbito rural lo que marca que la situación sea más grave, ya que son muchos los factores que cuentan, además de la ruralidad; entre otros, y muy importante, la propia historia de Extremadura. En la “situación mujer”, influyen factores políticos, económicos, sociológicos y cómo se han ido consolidando a lo largo de la historia. Efectivamente, la ruralidad es un elemento característico de la sociedad extremeña, por lo tanto, desde la ley, tenemos que abordar las políticas de igualdad, dando respuesta a la ruralidad de Extremadura.

Así se entenderá el hincapié que se hace, en esta ley con más énfasis que en otras leyes, en la cooperación interadministrativa, especialmente lo que tiene que ver con la cooperación entre la administración regional y la local, y el empeño de la ley en que los recursos, servicios y acciones se desarrollen en la proximidad a la ciudadanía, porque Extremadura, además de rural, es muy extensa.

Entre otras cosas, la nueva ley quiere profundizar en la "detección prematura" de las situaciones de violencia de género. Pero esto exige más medios económicos y personales. ¿Se siente la Junta con capacidad para abordar este reto?

La Junta de Extremadura ya se propuso abordar este reto, al inicio de la legislatura, y el modelo de atención que se consolida en la ley ya está funcionando y ha demostrado su eficacia, aunque nuestra propuesta es ir evaluando continuamente estos servicios. En cualquier caso, en lo que respecta a este tema, no debemos olvidar que la prevención y erradicación de la violencia de género es un problema, no sólo de las víctimas, sino de toda la sociedad en su conjunto. En Extremadura, como en la mayor parte de comunidades autónomas, contamos con recursos técnicos, humanos, servicios e infraestructuras suficientes, y ahora, debemos trabajar en la misma línea, que no es otra que la de la sensibilización y concienciación ciudadana, donde estamos alcanzando considerables avances.

 

A la altura

Pilar Lucio¿Quién cree que debería 'ponerse las pilas' frente a la violencia de género, la Justicia o los estamentos con capacidad legislativa?

No nos gusta frivolizar acerca de la violencia de género... Se lo digo, y le ruego que me disculpe si le molesta, por cómo ha formulado usted la pregunta. Lo que nos parece es que la violencia de género es un problema complejo y las soluciones tienen que venir de la acción comprometida y cooperativa de todas las instituciones en la prevención, sensibilización social, atención integral a las víctimas y en la condena penal y social de los maltratadores. De la misma manera que la conciencia social en este tema es importante, las instituciones también deben ser conscientes de su responsabilidad. Sinceramente, creo que el poder legislativo sí ha estado, en los últimos años, a la altura de las exigencias que la violencia de género demanda y la justicia se está adaptando a un ritmo como jamás lo había hecho antes, como demuestra, entre otros ejemplos, los juzgados que atienden exclusivamente los casos de violencia de género que ya hay, no sólo en Extremadura, sino en muchas otras comunidades autónomas.

Con la nueva ley, Extremadura habrá dado un paso decidido contra la discriminación de la mujer. ¿Qué mecanismos de control han establecido para medir la efectividad de estas acciones ?

En la propia ley, nos dotamos de diversos órganos interdepartamentales y con otras administraciones que nos permitan desarrollar la ley de manera participada y en el marco del diálogo social. Además, a la ley le seguirá el IV Plan para la Igualdad de Oportunidades de las Mujeres en Extremadura, que contará con sus propios indicadores que son los que nos van a permitir medir exactamente la eficacia de las propuestas. En cualquier caso, nos importa mucho la efectividad de esta ley, porque hemos trabajado mucho y con rigor en todos los procesos de su elaboración. Naturalmente, también tenemos previstas posibles contingencias y mecanismos de corrección que nos ayuden a reorientar nuestros objetivos y medidas. Nuestra ley de igualdad, lo que va a suponer respecto de las discriminaciones, no es otra cosa que establecer los mecanismos que nos ayuden a eliminarlas.

 

Distribuir los recursos 

Un 54% de los municipios españoles cuenta con un plan de igualdad, pero sólo un 30% de ellos ha aprobado una partida presupuestaria para abordarlos. ¿Cómo es el panorama extremeño en este asunto ?

Entendemos que un plan de igualdad que se hace desde la transversalidad no debe conllevar un incremento presupuestario, sino una distribución nueva de los recursos económicos, de tal manera que todas las decisiones acerca de las medidas y de las acciones se tomen desde la perspectiva de género. Esto es algo que hemos conseguido implantar en Extremadura, después de haber demostrado que no es imprescindible relacionar acciones con soluciones, pasando necesariamente por caja. La racionalización del gasto es muy importante, siempre lo ha sido y ahora mucho más.

La nueva ley quiere establecer políticas activas para la promoción de la igualdad para mujeres y hombres en Extremadura. ¿Qué tipo de acciones concretas le gustaría ver en la región ?

Supongo que se refiere a qué tipo de objetivos me gustaría ver conseguidos. A corto y medio plazo, un objetivo muy interesante sería el incremento de mujeres en la tasa de población activa y el incremento de mujeres titulares de empresas. A largo plazo, siendo realista, la erradicación definitiva de la violencia en sus múltiples manifestaciones.

 

 
Es curioso

 

Es curiosoQue el éxito de la empresa del siglo XXI depende de la vinculación del capital humano con los objetivos es algo que ya no resulta curioso. Al menos en los llamados “mercados de la palabra”, esto ya no se sitúa en el epígrafe de la curiosidad, sino de la evidencia. Y la Conciliación se perfilaría como la mejor fórmula para el incremento de la productividad, vía la satisfacción de la plantilla, si no fuera porque en nuestro país “eso” parece ser cosa de extraterrestres revisionistas. Dicho en términos más de andar por casa, que aquí no termina de colar. De ahí que resulte encomiable el denodado empeño de entidades, como el Observatorio efr, que apuestan por sacarnos del agujero y hacernos comprender, a base de darle que te pego, que conciliar no es apuntarse más días de fiesta para ir a pescar. Conciliar es matar, de un mismo tiro, los pájaros de la construcción de un nuevo modelo de familia (porque, aquí, seguimos con el antiguo) y la bandada pajaril de mejorar la productividad de las empresas. Que ya viene siendo algo, para empujar otro poquito, a ver si nos escapamos de la crisis. Precisamente por el prisma de la productividad de las empresas es por donde mira este observatorio, conformado por la Fundación Masfamilia, Tatum, Fundación Adecco y Análisis e Investigación. Su último informe, que no es precisamente de ayer, sino de octubre del año pasado (pero es que no se ha insistido lo suficiente, oiga), se titula “El compromiso del siglo XXI se escribe con C de Conciliación”. Un título que no puede ser más explícito, pero que, si se profundiza un poco en los contenidos, hasta se queda corto y todo. Porque ya era hora de que alguien llegase más lejos de la habitual cursilada con la que se suele asociar a la palabra compromiso. Según ha explicado Roberto Martínez, director de Fundación Masfamilia, “por compromiso entendemos la identificación de las personas con la organización en la que trabajan, con los objetivos de la misma y con los objetivos individuales, el apego de una persona con su empresa”. Y dentro de este concepto de compromiso, entienden la Conciliación de la vida laboral y la vida personal como uno de sus aspectos más importantes. En concreto, hablan del necesario “compromiso afectivo” con la empresa, algo que se consigue a través de la conciliación. Ese compromiso vía conciliación significaría nada menos que “dos terceras partes de la receta perfecta”, dicen . La tercera parte vendría determinada por la vinculación laboral; o sea, el contrato. Nada que objetar. Firmamos, ya. Pero es de creer que este segundo estudio sobre el compromiso con La Empresa (enunciada así, en abstracto) del Observatorio efr habrá tenido muy poca prensa entre los sindicatos, muy concentrados en aquello de que el compromiso entendido de esa manera vendría a ser un invento facha, a partir de que la empresa es un enemigo natural. La barricada sigue ahí, como una referencia general. Así nos va aquí y así les va en Alemania. Seguiremos llevando el farolillo rojo en materia de igualdad para mujeres y hombres, si no entendemos que el siglo XXI comenzó, realmente, bastante antes de que terminase el XX. Una nueva sociedad implica un nuevo concepto de familia y de relación con las personas de cualquier edad, condición y sexo que precisan de nuestra atención. Si se entiende que la Conciliación es básicamente algo así, en lugar de esa reivindicación de la astucia, tan nuestra, que precipita en frases como “me he cogido dos días de conciliación para ir a preparar la casa del pueblo”, o mejor, cuando lleguemos a entender así la Conciliación (que viva la ilusión, que de ilusión también se vive), no tendremos que sonrojarnos porque vivimos en un país, donde se hacen estudios sobre la vinculación entre la Conciliación y el rendimiento empresarial. Eso, en el mundo verdaderamente civilizado, hace rato y medio que está asumido.

Es curiosoY hasta qué curioso punto estamos rodeados de una sociedad en la que este tipo de cosas se valoran, y no poco, que hasta el Foro Davos, que se celebró a finales de enero pasado, incorporó la cuota femenina obligatoria. Sí, sí, las más elevadas jerarquías del cruel capitalismo internacional se ratifican en eso de obligar a que una serie de sillas estén ocupadas por señoras. Eso, para que vayamos aprendiendo. Porque vivimos en un país, donde curiosamente participamos en una carrera contrarreloj, para ver quién pisotea más el asunto de las cuotas, en una escalada de ir soltándolas cada vez más gordas. Resulta que somos tan adalides de la modernidad, que creemos tener muy superado un concepto que resulta nuevo en la última cita de Davos, donde se reúnen las más importantes potencias económicas públicas y privadas de todo el planeta, pero que creemos haber superado, aquí, en nuestro pequeño y estúpido mundo subsumido en una desigualdad endémica. España vendría a ser ese lugar, donde denostamos conceptos como la cuota paritaria, porque lo consideramos propio de las cuevas de Atapuerca. Es como confundir el diseño industrial con la fabricación de latas de zamburiñas pintadas con purpurina. Resulta que lo que es bueno para potencias de escala mundial se nos ha quedado enano, obsoleto, lo hemos superado. Cada mañana, un mínimo de tres tertulias radiofónicas españolas se desmarcan de las políticas de paridad, a las que acusan de ser la puerta de entrada de los más altos exponentes de la ineptitud, sólo porque son mujeres. La cosa es que, aunque se prohibiese, sin más, la entrada de mujeres en determinados órganos de decisión, no nos vacunaríamos contra la ineptitud. Si hay un listado largo es precisamente el de hombres ineptos, mal elegidos para sus cargos y responsables de las mayores barbaridades. Pero, aquí, incluso preferimos “eso”, antes que caer en la discriminación, por positiva que ésta sea. Pondremos una lupa para la búsqueda de la perfecta inútil enchufada, pero dejaremos pasar, por tradicional y consuetudinario, al macho incompetente de toda la vida. Algo tan nuestro. Qué quieres, un mal conocido siempre puntúa más. Y en ésas estábamos, cuando el Foro Económico Mundial (o sea, Davos) se toma tan en serio el asunto, que nombra a Saadia Zahidi responsable de su programa de paridad y establece como fórmula que uno de cada cinco representantes que acuda al evento sea una mujer, tras alarmarse porque apenas un 3 por ciento de las presidencias de las 500 empresas más importantes del mundo están dirigidas por mujeres. Ah, claro, lo que pasa es que esta gente vive anclada en el pasado. Tenían que venir aquí, a aprender, a dejarse impresionar por la inmensa cantidad de adalides de su peculiar concepto de la libertad. Algo así como defenderé tu derecho a ser un inepto enchufado, antes que buscar a una mujer que te sustituya.

 

 
"El hervidero neuronal de la Pura"

"El hervidero neuronal de la Pura"
Consultorio que lo es

   

Querida Pura: No llegamos a nada, hija mía. A ninguna parte. Resulta que me dice mi nieta que hay una revista que hace una lista de las 50 mujeres más importantes del mundo. Y pues que, mira, hija, que ninguna es española. Con todo lo que hacemos aquí, con todo lo que la hincamos las mujeres, que estamos que no paramos, desde que nos levantamos por la mañana, hija, y luego resulta que nadie se fija. ¿Y es que ni en el Día de las Mujeres, nadie se va a acordar de nosotras? Me da muchísima pena, Pura.

Felicidad Parano Sotras. Fiestalamayor de Nuestra Señora.

 

Felicidad: Como estoy haciendo un cursillo de eso de internet, he buscado páginas de lo que me hablas. Y yo que tú, hija mía, no tendría el menor quebradero de cabeza. ¡Que no, Felicidad, que el tema no es de mujeres! Que esta es otra historia que se han inventado algunos hombres para reírse a costa nuestra. Esto de las mujeres más relevantes es que hacen una lista ¡de las 50 más ricas! Y eso es que me subleva, Mari Feli. Porque, uy por dios, para los hombres hay toda clase de listas, que les ponen para todo, sin que cuente el dinero que tengan. Pero si es para un asunto de mujeres, las más importantes resulta que son las que más dinero tienen. Que, oye, hija, a saber de dónde habrán salido. Así que, si te toca la lotería, ya eres una mujer muy importante, ¿no? Aunque no sepas hacer la “O” con un canuto. Eso o eres una ordinaria ridícula para salir por la tele la que más. Lo que tenemos que aguantar, que me vengan a mí con ricas y millonarias y presentadoras de televisión americanas. ¡Como esa Winfrey, que me ha dicho mi nieta que le sale el dinero por las orejas, que no sabe lo que hacer con tantísimo...! ¡Que ya le diría yo, ya! Digo yo que esta revista no se refiere a las que más destacan. Hablan de las más poderosas, no vayamos a equivocarnos, Feli. Y ahí, te voy a ser sincera, en un día como el de hoy, no estoy por la labor de seguirles el juego. Vale, que digan lo que quieran. ¿No hay españolas entre las cincuenta más poderosas? Pues que no haya. En España, tenemos unas cuantas, hija mía, que les dan cien mil vueltas, aunque no tengan tanto dinero como ellas. Precisamente, de dinero, poco. Que hay mujeres por aquí que no serán poderosas, pero que han aprendido a ponerse por encima de sus miedos y a denunciar a los que las maltratan. Y, oye, Felicidad, que ya sabes que se están jugando la vida sólo con denunciarlos. Pero ahí las tienes. Eso sí que es poderío, esas sí que son alguien en el mundo real. ¡Anda ya, con la Güindinfri esa y con su inmenso caudal!

 

 

Querida Pura: Me da como rabia que tengas esa actitud tan fácil, de ponerte en contra de las cosas, que creo que sólo protestas, porque es una bonita manera de caer bien al personal. Que te lo digo como lo pienso y que lo mismo que te digo esto, pues te diría lo contrario, si yo opinase así. Y es que resulta que se ha investigado el tema de la mujer en el trabajo y resulta que, en España, el 13 por ciento de las mujeres no trabajamos, porque tenemos que dedicarnos a atender a nuestra familia. Palabras mayores. Y así que, por favor, no seas tan protestona.

Marinoca Benmasbo Badas. Santa Espina Detravés.

 

Marinoca: Igual hasta te salva del “sorda virón” el que te ocultas en el anonimato que te da la internet. Porque yo no sé si de verdad te llamas así o te has sacado de la manga semejante nombre, para que no te encuentre. Más te vale, porque te busco, sólo por la parte injuriosa que me corresponde. Y es que me pasma la gente como tú, que no sabe leer bien las encuestas. Y además, que se queda sólo con lo que le interesa. Me hablas de una encuesta del Eurostat (que es la agencia estadística de la Unión Europea), en la que se dice que el 23,30 por ciento de las mujeres españolas de entre 25 y 54 años no trabajaron en 2009. Y que, de todas ellas... (¡de todas ellas, Marinoca, de todas ellas...!) el 13,5 por ciento no lo hicieron por motivos familiares. Lo que tú llamas palabras mayores. Me da la impresión de que, si hay muchas como tú, es que vivimos en un país sin ganas de prosperar y sin capacidad de proyectarnos hacia el futuro. Y es todo lo contrario, que lo que le pasa a la gente como tú es que se refocila en el pasado, que es lo que les gusta. Fíjate que, en la misma encuesta, se dice que, en Suecia, sólo el 1,8 por ciento de las mujeres no trabajó en 2009, por esas mismas palabras mayores. A ver a quién te gustaría parecerte más, so lerda. Que cualquier excusa nos vale para todo. Porque, al mismo tiempo que las famosas palabras mayores pueden con nosotras, ¡al mismo tiempo!, resulta que los y las españolas pasan olímpicamente de todas las medidas a favor de la conciliación de la vida laboral y la vida personal que les han puesto “a güevo”, en un desprecio como una catedral hacia lo que significa la palabra futuro. Y me parece muy bien, que, así y todo, las españolas estemos mejor situadas que las maltesas, las griegas, las chipriotas y las italianas. Vale, pero de ahí a que me vengas con que lo de los asuntos familiares justifica ese 13 por ciento, no. No, Marinoca, no. Un armario ropero no es un animal de compañía. Ni tú tampoco llegas a esa categoría. Anda y que te ondulen, so petarda.

 

 

 
Se va a hacer
CURSOS

 

Formación en Materia de Inmigración para Personal Técnico de Orientación Laboral

  • Órgano Convocante: AOSLA-Gizalan. Homologado por el Gobierno Vasco.
  • Descripción: El objetivo del curso es facilitar una formación sobre normativa en materia de inmigración que facilite la atención e intervención con colectivos de inmigrantes al personal técnico de orientación laboral.

 

Inmigración y Género

  • Órgano Convocante: AOSLA-Gizalan. Homologado por el Gobierno Vasco.
  • Descripción: El objetivo es proporcionar formación en materia de inmigración desde una perspectiva de género. Dotar de herramientas al personal técnico para facilitar la intervención con mujeres inmigrantes.

 

VARIOS

 

Exposición Prioridad 1: pobreza y exclusión social

La EAPN expone las mejores fotografías presentadas y premiadas en el concurso de fotografía inclusiva titulado Prioridad 1: pobreza y exclusión social. Del 21 de Febrero al 13 de Marzo de 2011, en la Casa de Cultura de Narón, A Coruña. Más información en la web de la EAPN-Galicia

 

I Foro estatal de políticas para la participación

El Instituto de la Juventud  organiza el I Foro estatal de políticas para la participación , como elemento esencial de las políticas de juventud. Desde el Injuve, quieren apoyar aquellas iniciativas que promuevan la participación de la juventud a través de las TIC , como buenas prácticas en políticas de juventud , y presentarlas públicamente como paradigma de intervención social. Del 20 al 22 de Marzo de 2011, en el Hotel Silkel Al-Andalus de Sevilla. Más información en la web del Foro de políticas para la participación.

 

 
 

 

 

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