BUSCA Y COMPARA La Europa que ya está aquí

 

 

3. Una Europa de niñeras cabreadas pluriempleadas

 

La diferencia entre Europa y nuestro país es la misma que hay entre lugar de trabajo y curro . Mientras que, en Europa, la conciliación de la vida personal y la vida laboral es una herramienta de construcción de nuevos modelos sociales apoyada en conceptos como desarrollo y progreso, aquí tiene que ver con desconectar el despertador, entrar más tarde o salir antes. ¿Estamos dando la talla? Nuestra relación con el futuro está más cerca del reloj que de la evolución. La campaña Busca y Compara quiere aproximarte la realidad en la que viven las mujeres y las familias de la Europa más avanzada. ¿La Europa que ya está aquí?

 

UNIÓN EUROPEA. A la hora de la verdad, las mujeres del resto de Europa, de la muy desarrollada Europa, siguen siendo las que barren, cosen, friegan, cocinan y cargan con los niños o niñas. Incluso delante de las propias narices del marido.

Según los últimos estudios del Parlamento Europeo, las mujeres de toda la Unión Europea dedican más tiempo que los hombres a cuidar de sus hijos. Lo cierto es que, en los países del sur de Europa, la situación es aún más grave. Esto último ya nos lo imaginábamos.

Pero en el resto, tampoco “gotean” colonia, precisamente. En ocho estados miembros, las mujeres de 20 a 49 años de edad dedican más de 45 horas semanales al cuidado de sus hijos e hijas. Los hombres, menos de 30 horas. La cosa puede alcanzar proporciones más descaradas, si midiésemos la atención y el cuidado a otro tipo de personas dependientes. Prácticamente, los hombres han desertado de ese teatro de operaciones.

El resultado es una mujer más cabreada. Los mismos estudios del Parlamento Europeo fotografían un panorama familiar, en el que el número de matrimonios registró, entre 1980 y 2002, una caída del 19 por ciento. En el mismo periodo, el número de divorcios creció un 42 por ciento.

Insistimos: el resultado es una mujer más cabreada. El 14 por ciento de las familias con hijos son monoparentales. Y el 90 por ciento de los progenitores solos son mujeres.

 

 

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