CORRESPONSABLES EN ORIENTACIÓN
Lo que queda por hacer hasta la igualdad
4.
Contrato de auxiliar contra el crecimiento
Ya ves. Al contrario de lo que ocurre con los seres humanos, las leyes son sospechosas de ineptitud, mientras su aplicación no demuestre lo contrario. Si algo nos ha dejado claro la vida que nos toca es que las normas escritas, sancionadas y santificadas son, en el mejor de los casos, la intención de quienes las dictan y, en la más común de las situaciones, una inversión política de alta rentabilidad. Pero no construyen nada. Construir es nuestra responsabilidad. “Corresponsables” es una campaña de información y sensibilización sobre Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres y Conciliación de la Vida Laboral y la Vida Personal, para el personal técnico de orientación sociolaboral. ¡Qué quieres! ¡Está probado que de corresponsabilidad no tenemos la menor idea! |
“Ya lo veremos más adelante. Ese punto tampoco está hoy en el orden del día. Tenemos otros graves problemas que no pueden esperar...” Son diferentes maneras de decir que “ya estáis, otra vez, con esas cosas que, al final, no llevan a ninguna parte”. Es lo que tiene ser mujer: que incluso en un trabajo como el nuestro, en el que la abrumadora mayoría de la mano de obra es femenina, la negociación sindical es cosa de hombres. ¿Sorprende? No, porque eso de los comités de empresa viene a ser como el “mus”, que lo han jugado tanto los hombres, que ya nadie se imagina a mujeres metiendo un órdago. Y es que, al final, cuando hablamos de cosas serias, terminamos siendo todas... orientadores. Las cosas serias se dicen en masculino. Y eso es así, porque lo que lleva género femenino se considera ajeno a la cuestión laboral. Trabajar sigue siendo cosa de hombres, incluso en profesiones como la nuestra. Las orientadoras sociolaborales padecen una grave falta de atención, por parte de las representaciones sindicales. Los comités de empresa representan generalmente a una parte minoritaria (masculina) que no tiene la menor idea de que, sólo por ser los problemas que afectan a la mayoría del personal (mujeres), se trata de los problemas mayoritarios de nuestro trabajo. Las orientadoras trabajan lo mismo que los orientadores, pero las entidades y empresas se las arreglan, muchas veces, para que ingresen menos...
En más de una ocasión, si eres mujer, trabajas realmente como personal técnico, pero con un contrato de personal administrativo. ¿Cuándo un orientador sociolaboral (o sea, de sexo masculino) tiene que hacer frente a una situación de ese pelo? No hablemos ya de que una orientadora con semejantes condiciones de trabajo sueñe siquiera con ascender en la empresa. Ascenderá lo que asciende una auxiliar administrativa que no es auxiliar administrativa: nada de nada, queda perpetuada en el puesto. Sólo una mayor participación femenina en los comités de empresa se enfrentará a esta situación.
Y qué queda por hacer...
• Queda que la negociación colectiva abandone ese insultante “de eso ya hablaremos luego”, referido a la segregación femenina en el trabajo, directamente relacionada con el sueldo y las peores condiciones de empleo para las mujeres, sin ir más lejos. Porque las mujeres que trabajan en orientación sociolaboral no son ese sonsonete que siempre puede esperar, sino el colectivo laboral mayoritario. Ya está bien de esa otra manera de decirnos que se trata de “cosas de mujeres”. ¿Pueden dedicarse a la orientación sociolaboral entidades y comités que siguen padeciendo de semejante conflicto bipolar?
• Queda realizar un esfuerzo decidido y valiente, desde las propias plantillas de nuestras entidades, para combatir el acoso sexual en el trabajo, tan peligrosamente extendido en todos los sectores.
Queda convertirnos verdaderamente en corresponsables o actuar como si lo fuéramos.
