CORRESPONSABLES EN ORIENTACIÓN
Lo que queda por hacer hasta la igualdad
6.
Sólo es libre un mundo que es diverso
Ya ves. Al contrario de lo que ocurre con los seres humanos, las leyes son sospechosas de ineptitud, mientras su aplicación no demuestre lo contrario. Si algo nos ha dejado claro la vida que nos toca es que las normas escritas, sancionadas y santificadas son, en el mejor de los casos, la intención de quienes las dictan y, en la más común de las situaciones, una inversión política de alta rentabilidad. Pero no construyen nada. Construir es nuestra responsabilidad. “Corresponsables” es una campaña de información y sensibilización sobre Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres y Conciliación de la Vida Laboral y la Vida Personal, para el personal técnico de orientación sociolaboral. ¡Qué quieres! ¡Está probado que de corresponsabilidad no tenemos la menor idea! |
Al final, es lo de siempre, que somos víctimas de nuestras propias circunstancias. Nos ha tocado estudiar los grandes cambios históricos, adecuándolos al ritmo de cómo sucedían las cosas en el pasado. Y hoy, vivimos tiempos de globalización, de “aula sin muros”, de mensajes inmediatos con retorno instantáneo. Somos, a la vez, víctimas y verdugos de nuestra propia tendencia a la velocidad. En la sociedad occidental, quienes estamos a favor de que la vida entre mujeres y hombres signifique convivencia en igualdad de condiciones podemos llegar a confundir la vida real con la virtual. Como si se tratara de una vídeo-consola, queremos que la opción seleccionada afecte inmediatamente por igual a todos los personajes que intervienen en el juego. Pero la sociedad no está en una consola y tiene sus propios plazos para digerir los cambios. De momento, sólo podemos asegurar que hemos dado ese paso (y no es pequeño) que nos obliga a admitir la autocrítica, de manera que se perfeccione lo conseguido y se abran nuevas vías, para alcanzar el mismo objetivo.
Pero reflexionemos: El personal técnico de orientación sociolaboral tiene una responsabilidad ante la sociedad. Somos quienes guiamos, somos parte de la punta de lanza y de la vanguardia. Es nuestro primer deber ordenar nuestra casa, de modo que proyectemos ese mismo orden nuevo en el resto.
Nos hemos acostumbrado a admitir como bueno todo aquello que promete un avance o un cambio. Y no se puede bajar la guardia y conformarse, ni cerrar la puerta al diálogo y a la crítica que nace de la experiencia. Ni tampoco perder el hilo de la conversación que nos proponen constantemente quienes se esfuerzan por poner los pies en el suelo. Porque sólo es libre un mundo que es diverso.
En opinión de Eliane Vogel-Polski, catedrática de legislación laboral, en la Free University de Bruselas, la estrategia de las cuotas encierra aspectos potencialmente opresivos para las mujeres, o que se pueden poner en su contra, en el largo plazo. En su opinión, es cierto que la génesis y el establecimiento gradual de instituciones democráticas y derechos democráticos se han producido, históricamente, sin reconocer la participación de las mujeres. Pero no hay que olvidar que el interés a favor de la intervención de las mujeres en la toma de decisiones se fundamenta en teorías sobre la ciudadanía, la igualdad y la representación, que, como tales teorías, parten del concepto de Igualdad, aunque ésta no se aplique.
“La propia lógica de la paridad excluye la técnica de la cuota”, puntualiza. Para Vogel-Polski, como para otras personas, la cuestión de la paridad es inherente a la condición de ciudadanía, “emana de los principios fundamentales y constitutivos de la persona” y se debe situar antes de la elección de las candidaturas. Su control, por lo tanto, no debe establecerse con una cuota que sólo busca un resultado político, sino en la fase previa, en la asunción de criterios de selección que excluyan cualquier atisbo de desigualdad...
Sí, vale, pero eso puede terminar siendo la pescadilla que se muerde la cola. Porque ¿quién elige a quienes eligen?, ¿las cuotas no buscan acaso ese mismo objetivo de aplicar la igualdad, desde el momento previo a la elección?
Dialogar es avanzar.
Y qué queda por hacer...
• Queda crear escuelas para niños de 0 a 2 años de edad, tanto en el campo como en la ciudad. Porque la sociedad debe descender al terreno de lo cotidiano y práctico, para alcanzar las cimas más elevadas.
• Queda replantearse críticamente muchas de las acciones que se han aplicado. Por ejemplo, ahí está el tema de la “Ley de los 100 euros” (46/2002): según esta norma, el coste de la conciliación recae exclusivamente en las mujeres y, por lo tanto, se les debe compensar, a través de una deducción de impuestos por maternidad, por cada hijo menor de tres años. Pero en su particular proceso lógico, no incluye a los hombres: la flexibilidad en el trabajo sólo se plantea para las mujeres y, por ello, se les debe indemnizar.
• Queda que las autoridades se impliquen en la definición profesional de nuevas actividades que provienen de nuevas funciones sociales necesarias. Es el caso de promotores/as de igualdad de oportunidades y agentes de igualdad . Desde 1986, se busca una definición europea para estas profesiones y aún estamos a la espera de los resultados. En España, desde mediados de los ochenta, se tiende a confiar la gestión de planes de igualdad a personal dedicado a la dinamización de comunidades, a agentes de desarrollo local, a monitores/as de personas adultas, siempre de modo errático y mal definido. Al final, se opta por agentes (con titulación universitaria) y promotoras/es (sin titulación universitaria).
• Queda buscar lo común, dentro de lo diverso. “La comunidad femenina es cada vez más invisible, aunque cada vez más fragmentada y diversa, y las diferentes clases de mujeres son cada vez más manifiestas. Los cambios afectan también a las posturas frente a la regulación, la redistribución, la intervención del Estado y la política social” (Mariagrazia Rossilli / 2001) .
Queda convertirnos verdaderamente en corresponsables o actuar como si lo fuéramos.