PUERTAS AL CAMPO
Igualdad, conciliación y orientación sociolaboral en el mundo rural |
1.
Y tú, de quién eres...
Aprendemos a hacer Orientación Sociolaboral, en un contexto urbano, con referencias urbanas, valores urbanos y definiciones urbanas. Batirse el cobre por la igualdad, apostar por la conciliación de la vida laboral y la vida personal son objetivos que nos planteamos en un mundo de cemento, diseño, alta velocidad, enfriamiento de las relaciones interpersonales: ese reino del anonimato que nos protege. Trabajamos con conceptos que se definen desde la oposición al mundo rural. Pero el verdadero reto está allí. Porque el ámbito de lo rural encadena a sus mujeres a la tradición, al cuidado de la casa y de la prole. Hacer Orientación Sociolaboral en "el pueblo" significa viajar en el tiempo, para enfrentar conceptos que ya teníamos superados... O ponerle puertas al campo. |
Seamos realistas. Para quienes defendemos que conceptos como Igualdad o Conciliación de la vida laboral y la vida personal son, más que un objetivo, el punto de partida de la única sociedad nueva posible, el mundo rural sólo es bueno durante el tiempo de ocio.
Y para las mujeres que lo padecen, el mundo rural sólo será bueno, si le hacen frente.
Seamos realistas. Son pocas las mujeres que adoptan esa actitud. Y seamos realistas. Aún son menos los hombres que les acompañan en esa guerra.
Llamemos, de una vez, a las cosas por su nombre:
labrar esa tierra es patear sus pilares.
Hacer Orientación Sociolaboral en el mundo rural genera un nivel de desgaste difícil de soportar para quien se dedica a ello. Porque intentar que una mujer busque su propio camino profesional y laboral significa hacer frente a un concepto de Familia que, en primer lugar, está dentro de esa misma mujer. Y que, en cuanto se cuestiona, salta como un resorte. Seamos realistas: La estructura de desarrollo de nuestro mundo rural se fundamenta en un modelo familiar que, por definición, hace manifiesta repugnancia de conceptos como Igualdad y Conciliación.
Romper con ese modelo es dinamitar el sistema, cambiar el esquema de producción. Para asumir ese proceso, cada mujer dinamita su propia imagen del mundo. Y cuando lo consigue, sale a la calle a enfrentarse al dedo acusador del resto del grupo. La manada siempre defiende su estatus.
"¿Y tú, de quién eres * ?" es algo más que un divertido estribillo. Es la más grande de las murallas de una fortaleza rodeada de idílicos verdes bosques. Es la pregunta que se hace una mujer que acude a un servicio de orientación sociolaboral, en un pueblo, y se plantea, por primera vez, la opción de considerarse a sí misma como trabajadora. Dejar de ser "de alguien", para asumir su propio destino.
"¿Y tú, de quién eres?" es también la pregunta que le hacen al personal técnico de orientación sociolaboral que realiza su trabajo en ese mismo pueblo.
¿Qué hacer...?
Exigir el carné de conducir a las mujeres que acuden al servicio de orientación, y tratar ese objetivo como una vía para incrementar su autonomía...
Recomendar a las mujeres su participación en asociaciones de mujeres de ámbito local y su relación con otras similares, favoreciendo el contagio de nuevos valores y actitudes que refuercen tu trabajo en el servicio de empleo...
Recomendar, en los casos de autoempleo, la participación en asociaciones de mujeres empresarias de ámbito local. Si no las hubiera, recomendar su creación entre las mujeres que acuden al servicio de empleo.
* Rosario Sampedro. "Conciliación de la vida familiar y laboral en el medio rural".