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ES COSA DE HOMBRES

El jefe, como arquetipo de discriminación en un servicio de orientación sociolaboral

 

ES COSA DE HOMBRES Eres hombre y te dedicas a la orientación sociolaboral. Así que, tranquilo, que algún día serás el jefe. No escurras el bulto, ni desvíes la vista con falso pudor. La estadística te lleva hacia una poltrona y un despachito. Y la estadística es la madre de todos los vaticinios. No te va a resultar fácil, aunque el techo de cristal siga estando curiosamente de tu parte. Pero el duro banco de la galera te va a poner al frente de un puñado de chicas quejosas, de esas que "ya te veían venir" y todas esas cosas... Nada que no arregle una buena jubilación anticipada, por cierto. Por eso, esta campaña está dirigida a ti. Porque sólo tú puedes comprender eso que llaman "la soledad del líder". Tu responsabilidad es grande, así que no vas a leer cada una de estas fichas informativas gratuitamente y sin más. O eliges estar a favor de la opción que te presentamos, o te apuntaremos en la contraria... Es lo que tienen los privilegios de nacimiento. Que obligan.

 

 

1. Fuera del círculo azul

 

Fuera del círculo azul Este mensaje es cualquier cosa, menos constructivo. Es cualquier cosa, menos neutral. Es cualquier cosa, menos comprensivo. Este mensaje se te pone en contra. En contra del Círculo Azul en el que te mueves, incluso antes de que seas El Jefe.

 

El Techo de Cristal, ese obstáculo invisible contra el que chocan las mujeres que quieren ascender en su trabajo, ya es un viejo sonsonete para ti. Es fácil que incluso ya haya perdido toda su credibilidad. Al principio, te parecía original. Pero de tanto como te lo hemos repetido y repetido, estás saturado. Tan saturado, que sólo ves jefas. Por todas partes, mujeres que mandan, que han roto el techo de cristal. Te da la impresión de que ya es sólo una moda. Otra...

 

Fuera del círculo azul Lo que no ves es el Círculo Azul en el que se mueven los jefes. En el que te moverás tú. Un club cerrado y sólo para hombres. Con sus propias normas masculinas. Su propia manera masculina de cultivar y compartir las aficiones, aficiones masculinas que son la conversación de todos los días. Sus comentarios tan masculinos, sus risoteos sólo para hombres. Esos dobles sentidos tan masculinos que no entienden las mujeres. Y es que con ellas sólo se puede hablar a las claras, no entienden la jerga, no saben entrar en el círculo. ¡Y es que, en el mundo de las tomas de decisiones, no puedes ser tan infantilmente directo! Así no salen las cosas, cuando trabajas para que otras personas encuentren un empleo. Fuera del círculo azul Esto de la gestión del negocio no es tarea fácil. Si no estás despierto, si no captas los dobles sentidos, si no entiendes los chistes, si te pasas el tiempo mirando la hora, si no has oído el último comentario del entrenador correspondiente, si los coches sólo te sirven para trasladarte, si el vino nunca es una experiencia religiosa, si no ves la seña de treinta y una..., pues entonces no gestionas nada, no puedes jugar a este juego, en el que todo se mide por los resultados, a ver si te enteras. Aquí, no cuenta eso de los cupos, para construir un mundo justo. Eso no es para los jefes. Estamos hablando de transformar nuestro servicio en dinero, para que puedas hacer justicia con el plato lleno de comida, guapa. Y qué quieres, aquí los hombres vamos en bloque, lo hacemos a nuestra manera. Esto no es hacer recortables. Aquí hay que ser sutil. Hay unas normas. Este trabajo es así y tienes que valer para hacerlo.

 

¿Ves ahora el Círculo Azul? Pues ellas ya lo habían visto antes.

 

¿Y sabes quién tiene que poner una solución? Tú.

 

Gestionar una empresa no es un trabajo con sexo predefinido. No hay una única manera de llevar el negocio. Predefinirlo sexualmente es ponerle limitaciones. Porque algunas mujeres ya han comenzado a hacerlo de otra manera. Y hacen más negocio, sin necesidad de saber la seña de treinta y una.

 

Mira hacia arriba, porque ese otro jefe que está por encima de ti ya empieza a poner palotes.

 

  • Si piensas que las labores de gestión las hacen los hombres de la única manera posible y que a las mujeres que llegan a esos departamentos hay que “asimilarlas”, porque no queda más remedio, pero que desgraciadamente sólo hay una forma de sacar dinero de las piedras, contabilizaremos tu silencio en ese sentido.
  • Si, por el contrario, piensas que ya hay mujeres que hacen la gestión de otra manera, que sacan el negocio adelante y que incluso sacan aún más dinero de las piedras, .

 

Tu participación es anónima y confidencial, de acuerdo con la Ley Orgánica 13/12/1999 de Protección de Datos de Carácter Personal.

 


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