SIN HORARIOS, SIN LÍMITES
La conciliación mejora la calidad de tu servicio
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5. Compartir para romper
Si este barco en el que vivimos se nos hunde es porque desconocemos el Principio de Arquímedes, algo que debe ser previo a la botadura de cualquier barco.
Se nos hunde el barco de la conciliación de la vida laboral y la vida personal, porque la propia ley que la dirige atribuye a las mujeres toda la responsabilidad del cuidado de hijos e hijas. Resulta que la baja paternal es sólo una concesión al padre de una parte del derecho de la madre a 16 semanas de permiso.
A ver, a ver..., que no se trata de si 16 semanas son pocas. Puede que incluso sean demasiadas. El meollo de la cuestión es que, cuando partimos del principio equivocado, seremos incapaces de seguir por la senda correcta.
Y cuanto más corramos, más nos alejaremos de la meta deseada.
La concesión de parte de un derecho exclusivamente atribuido a uno de los dos miembros de la pareja nos introduce en un camino que nada tiene que ver con compartir una obligación de igual a igual. Empezamos mal.
¡Pero, por otra parte, conciliar es un derecho que abarca todos los aspectos de tu vida, aunque no tengas hijos y aunque no convivas con personas dependientes!
Tu vida personal no sólo se limita a atender a terceras personas.
Éste es nuestro “principio de Arquímedes”. Esto es lo que hay que entender.