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Diputación Foral de Bizkaia y AOSLA-Gizalan

IGUALES POR SUS ACTOS

 

Ponencia 3 . La conciliación, como forma de trabajo

 

La campaña Iguales por sus Actos está dirigida expresamente a los hombres que nos dedicamos a la orientación sociolaboral y pretende que tengamos las ideas mucho más claras sobre la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, las políticas de género y la conciliación entre familia y trabajo. Iguales por sus Actos constará de siete mensajes, sobre los que los orientadores sociolaborales queremos manifestar nuestra opinión, y culminará con la celebración de una mesa redonda online. Participa, seleccionando alguno de los párrafos que te presentamos más abajo o, si lo prefieres, aporta libremente tu propia reflexión personal. Tu participación será tu ponencia, aunque, finalmente, tendrás también la opción de matizarla, ampliarla o, incluso, cambiarla, si así lo deseas, cuando se abra el plazo para la mesa redonda o foro online al que te invitamos. Es decir, que puedes limitar tu participación a los textos que selecciones o a las reflexiones que libremente nos remitas, pero también puedes optar por una posición más activa, durante la mesa redonda online, con la que culminará la campaña.

 

La conciliación, como forma de trabajo

Exposición general del tema

Se ha convertido en el último referente de moda de toda la oferta política con la que se nos bombardea. También es uno de los temas recurrentes de entidades dedicadas a la defensa de las actividades profesionales. AOSLA-Gizalan es, precisamente, uno de los mejores ejemplos en este sentido. Pero conciliar la vida laboral con la vida familiar supone asumir valores que nos van a forzar a proyectarnos más allá de las meras reivindicaciones laborales. ¿Tiempos de cambio o cuentos sobre el cambio?

Porque podemos incluso declararnos como manifiestos descreídos sobre si conciliar va a mejorar nuestra calidad de vida. No son pocas las personas que se ajustan a este perfil escéptico. Enfrente, están quienes interpretan esa actitud como un lujo de valor desproporcionado, para una sociedad tan raquítica, como la nuestra, si tenemos en cuenta que, en Suecia, ¡allá por 1939!, cuando no sólo no ataban a los perros con longanizas, sino que ya veían cómo se les echaba encima la Segunda Guerra Mundial, la profesora Alva Myrdal ponía el dedo en la llaga sobre la necesidad de poner en marcha, en su país, un "programa para la seguridad familiar". En 1958, en Francia, se utilizó, por primera vez, el término "política familiar". Y resulta que, en nuestro país, ya empezamos a considerar palabrería la apuesta por la Conciliación de la Vida Familiar y la Vida Laboral.

¿Y, finalmente, conciliar es bueno? Quien lo defiende asegura que es bueno, no sólo para los trabajadores y las trabajadoras. La experiencia de otros países demuestra, según estas mismas voces, que aplicar este tipo de políticas trae beneficios a la empresa. Beneficios económicos. Es decir, que, cuando hablamos de conciliación de la vida familiar y la vida laboral, estaríamos hablando de algo que supera el ámbito de las reivindicaciones laborales. Lo cierto es que algunas organizaciones empresariales tampoco están de acuerdo con esta afirmación. Y lo más curioso es que vienen a argumentar lo mismo que esos empleados y empleadas sumidos en el escepticismo.

¿Todavía somos víctimas de aquellos cuarenta años de ostracismo que nos obligaron a concentrarnos en la reivindicación de los mínimos derechos de la clase trabajadora? ¿O, por el contrario, podemos hablar de una reticencia más profunda, un rechazo cultural y muy enraizado hacia la consideración de que trabajo y familia deben complementarse para mejorarse mutuamente? Utilizando una metáfora de otro ámbito: ¿la mujer fumadora es más avanzada que la que no fuma?

 


¿Qué opinas de todo esto?

Aporta tu propia reflexión para la mesa redonda final de la campaña, o, si lo prefieres, opta por alguno de los textos que reproducimos a continuación. Para canalizar tu participación en la mesa redonda, es imprescindible que nos facilites tu nombre y dos apellidos (no es necesario que aportes ningún otro dato). AOSLA-Gizalan respetará la inviolabilidad de los datos personales amparada por la ley, rechazando expresamente cualquier otra utilización ajena a esta campaña.


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Ponencia A : ¿Por qué se vive esta situación? Quizá, la respuesta correcta y sincera sea la que pone el dedo en la llaga de la nula tradición social que este tipo de reclamaciones ha tenido en nuestro país, a lo largo de la historia. Y es que, a veces, se adelanta muy poco, estableciendo apoyos y ayudas de carácter material y económico, o aprobando leyes que facilitan la asunción de tareas domésticas para atender a ancianos y niños, si realmente no hay nadie dispuesto a hacer uso de las mismas. Esa tradición social es una ventaja de la que pueden hacer gala otros países (y no sólo de la Unión Europea), que les permite racionalizar, entender y poner en práctica este tipo de medidas. El nuestro es un país al que le queda grande la famosa conciliación. Nuestra historia no nos ayuda nada. Tendríamos que concentrarnos en otro tipo de acciones que, aquí, resultan y están resultando más útiles. No se incrementan los índices de lectura, por el mero hecho de regalar libros, en un lugar donde nadie sabe leer.
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Ponencia B : Hace tiempo que la Unión Europea sacó a la familia de los límites de lo privado, porque, precisamente, es en la familia donde se puede gestar e iniciar el cambio hacia un futuro, en el que dé lo mismo ser hombre que mujer y no haya que reivindicar aquello de "a igual trabajo, igual salario". Y en el que convivir con personas mayores, en el hogar, no implique el punto final del trabajo fuera de la casa., para una mujer. Y en el que los hijos no signifiquen el fin de la carrera profesional. de su madre, sino una obligación de padres y madres, porque padres y madres no sólo conocen, sino que utilizan (el matiz importa) los recursos que pone a su alcance la normativa para la conciliación . Y en el que las organizaciones de mujeres que reivindican la igualdad de oportunidades no sean esa enojosa molestia para los políticos, que tienen que pasar por admitirlas en su varonil mundo y a su misma altura, en lugar de que se nos caiga la cara de vergüenza, porque en nuestro país estas cosas sean recientes.
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Ponencia C : Aporta, si lo deseas, tu propia reflexión, argumentándola suficientemente.

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