CORRESPONSABLES EN ORIENTACIÓN
Lo que queda por hacer hasta la igualdad
3.
El curro atocina el futuro de la especie
Ya ves. Al contrario de lo que ocurre con los seres humanos, las leyes son sospechosas de ineptitud, mientras su aplicación no demuestre lo contrario. Si algo nos ha dejado claro la vida que nos toca es que las normas escritas, sancionadas y santificadas son, en el mejor de los casos, la intención de quienes las dictan y, en la más común de las situaciones, una inversión política de alta rentabilidad. Pero no construyen nada. Construir es nuestra responsabilidad. “Corresponsables” es una campaña de información y sensibilización sobre Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres y Conciliación de la Vida Laboral y la Vida Personal, para el personal técnico de orientación sociolaboral. ¡Qué quieres! ¡Está probado que de corresponsabilidad no tenemos la menor idea! |
Las orientadoras laborales lo tenemos muy claro: carecer de un nombre en la jerga de la negociación sindical es morir sin haber nacido.
Sólo existe lo que se nombra.
Y es que vale que el comité de empresa se moleste en hacer folletos sobre conciliación e igualdad de oportunidades. Vale que informe sobre lo que dicen las leyes, cuando se le pregunta. ¡Qué menos! Pero ya le vale de reproducir en sus órganos las mismas condiciones discriminatorias que hay en los centros de trabajo. La negociación sindical está afectada por epidemias como las mesas de negociación con escasa presencia femenina. La negociación sindical se preocupa de sueldos y días libres, porque ahora los papás han ampliado los días por asuntos propios. La negociación sindical no quiere ni entrar en el tema de una organización del trabajo que permite a la empresa subcontratar a otras empresas que rechazan la igualdad de oportunidades y las medidas de conciliación, en las que impera el miedo a negociar asuntos considerados secundarios que, en un momento dado, ponen en peligro el empleo. Ese problema es de otro comité.
Sólo existe lo que se nombra: y para negociar algo, ese algo tiene que ser contemplado como objeto de negociación.
¿Serviría para algo unificar criterios en toda la Unión Europea? Responder a esa pregunta afirmativamente implicaría que la Unión Europea, además de funcionar, fuese realmente vinculante para todo el mundo. Y es que las conferencias y mesas redondas que se extienden sin cesar nos sientan ante doctas eminencias que nos hablan, por ejemplo, de optimizar las condiciones de trabajo, de modo que ambos sexos se sitúen al mismo nivel, en todos los países de la Unión Europea. Y no ya entre países de la Unión Europea, sino entre comunidades autónomas y regiones de cada uno de esos países. Pon tú los ejemplos. Nos hablan de una idea que, según dónde se diga, significa una cosa distinta y que sirve de ejemplo para explicar la extraordinaria lejanía que se constata entre las poltronas de las eminencias intelectuales y las sillas cojas del mundo real.
Y qué queda por hacer...
• ¿Qué tal, obligar a que determinadas conferencias y mesas redondas dirigidas al personal técnico de orientación se realicen suspendidas en el aire, para que quien acuda sepa a qué altura se mueven algunas ideas?
• 
Queda que quienes vivimos en el mundo real aportemos un nuevo concepto laboral de madre trabajadora: Porque la tasa de empleo femenino disminuye con el número de hijos, entre las mujeres de 20 a 49 años de edad. Y porque los permisos de maternidad siguen provocando actitudes discriminatorias contra las mujeres trabajadoras. Queda tener claro que, en ciertos aspectos, apenas nos diferenciamos de los países muy escasamente desarrollados.
• Queda hacer frente, desde nuestros comités de empresa y sindicatos, a nuestro modelo local y vernáculo de división sexual en el trabajo, que parte de la consideración de que básicamente “el hombre es el que gana el pan”; y todo se monta a partir de ahí.
Queda convertirnos verdaderamente en corresponsables o actuar como si lo fuéramos.