DESORIENTADAS Los problemas reales de las orientadoras que atienden a personas dependientes

 

5. Depresión, el salto a la nada

 

Si eres mujer y recibes este mensaje es porque estás en una situación de riesgo de enfermedad laboral. Si hay otras personas a quienes debes dirigir parte de tus atenciones, este riesgo es mayor. Si, además, vives en una estructura familiar o de pareja de tipo tradicional, el riesgo crece aún más. Pero, eso sí, al menos, no estás en minoría. Ser Orientadora Sociolaboral significa tener que hacer frente a una continua situación de estrés... O vivir en un estrés continuo. Orientas, desde tu desorientación.

 

Nunca sabes cuándo te cruzas con un destino torcido. Siempre te preguntarás por qué en tu caso se reunieron fatalmente todas las variables y a una organización nefasta del trabajo se unieron el mobbing y un montón de problemas con los niños, o la enfermedad que postró a tu madre en una silla de ruedas . Siempre te preguntarás por qué te tuvo que tocar a ti... O a tu compañera de trabajo...

 

Ojalá nunca te cruces con un destino torcido. Pero no dejes de mirar a tu alrededor. No trabajas sola.

 

Una determinada desorganización en el trabajo puede significar la gota que colma el vaso de una desgraciada situación vital. Entrar en el torbellino de la depresión significa dar un salto en el vacío para caer en la nada. Se trata de una situación extrema que, en la mayor parte de los casos, exige una predisposición previa. Pero el trabajo puede ser su detonante. La DEPRESIÓN es una de las enfermedades laborales que pueden afectarte.

 

Lo peor de la depresión es que salir de ella exige un gran esfuerzo por parte de quien la padece y, de hecho, es un mundo en el que se entra más fácilmente que se sale.

 

En sentido estricto, se trata de un estado de tristeza excesiva que sumerge a la persona en la absoluta incapacidad física para emprender cualquier acción. Esta es la definición general, que es fría y alejada. No pretendemos precisamente deprimirte con esta información, pero, vista de cerca y enumeradas sus dolencias, la depresión es:

• Tristeza
• Facilidad para llorar
• Desinterés por lo que antes te interesaba
• Falta de apetito
• Insomnio o interrupciones del sueño
• Lentitud de pensamiento y de palabra
• Ausencia de deseo sexual
• Incapacidad para ilusionarse por algo
• Incapacidad para sentir cariño por el resto de las personas
• Sentirse víctima del desprecio ajeno
• Continuo sentimiento de culpa, sin saber por qué
• Baja consideración de una misma: soy envidiosa, mezquina o malpensada

 

También puedes verte afectada por la DISTIMIA. Es una especie de depresión de segunda categoría, en la que se vive una situación constante y estable en el tiempo de tristeza, abatimiento, falta de apetito, baja energía, falta de concentración. Se diferencia de la Depresión en que básicamente permanece constante, mientras que la Depresión tiene altos y bajos en el estado de ánimo (que precisamente la hacen más difícil de sobrellevar). Se parece al Burnout, pero se diferencia en su origen. Mientras que el Síndrome de Burnout viene causado por un distrés crónico, la DISTIMIA tiene causas diversas.

 

Recuerda que pedir ayuda es importante.

En cualquiera de estas dos enfermedades laborales,

la ayuda externa es imprescindible.

SOLA NO PUEDES.

 

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