ORIENTAR EN EL ATOCINAMIENTO
Conciliantes que no tiramos p’alante
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1. El “dodotis” nos hace aguas
Mientras el resto de Europa ya está bastante crecidito, aquí seguimos oliendo a esa mezcla tan nuestra de “meaos” con colonia de garrafa. Se nos desborda el “dodotis” con un rotundo fracaso en Conciliación entre la vida laboral y la vida personal, en esta guardería de entreplanta en que se ha convertido la orientación sociolaboral. Nadie hace maldito caso a este asunto de la Conciliación. Y al final, colegas, hemos conseguido un mundo normal para los orientadores y anormal para las orientadoras.
La explicación científica es que, aquí, los siglos no duran cien años. Duran bastante más. ¡Conste que pocas sociedades, como la nuestra, tienen la suerte de contar con una medida del tiempo tan favorable! Así que aún seguimos en pleno siglo XX, porque hemos hecho de nuestro apaño un sayo.
¡Todavía estamos a tiempo!
¿La Ley de Conciliación no nos ha servido para nada, nadie le ha hecho el menor caso? No importa. Es simplemente normal. Es un asunto de guiris que son gente con prisas. Aquí, somos más de echar siesta. ¡Y que en el resto del mundo exageran para todo! Se les va de las manos el dinero, que se lo están gastando en una cosa que llaman agentes de igualdad.
Que nos dejen en paz con eso de Agentes. ¿Es que no tienen bastante con 007?
Que si agentes de igualdad en todos los departamentos de recursos humanos de las empresas, en EEUU y en Inglaterra. Que si en Francia o en Italia, hay también agentes de igualdad, pero que dependen de los poderes públicos. Que si en Holanda, hay agentes de igualdad, dentro de todas las redes sociales...
¿Y eso para qué nos sirve? Aquí, el personal técnico de orientación sociolaboral tiene muy clarito que las familias están compuestas por mujeres y hombres y que pueden ser de muchas edades. Y que las orientadoras sabemos muy bien quiénes son nuestros maridos. Y que hay que estar muy loca para conciliar con el marido de una orientadora, que te deja la casa manga por hombro.
En el extranjero, que hagan lo que les dé la real gana. Pero, aquí, de esos temas sabemos las madres. Que se ponen a pensar y nos joroban la poca igualdad que hemos conseguido, oye... Y es que para un poco de igualdad que le queda a una, te vienen conciliando, con unos aires de futurismo que a mí no me la cuelan...
Y el dodotis está, que se nos cae por su propio peso. Pero vamos corriendo a por más colonia.
Es para dar asco la visión que tienen algunas mujeres de sí mismas, como madres que trabajan o como potenciales futuras madres. Los hombres no se plantean una visión de padres que trabajan. Ellos son sólo hombres. Si esos son nuestros valores, normal que lo de la Conciliación nos suene a extraterrestre. |