TU TIERRA ES LA TIERRA
Mujer, rural y extranjera. Inmigrantes en el campo.
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1. Desintegrarse en el medio rural
Hay tres muros de cristal que inmovilizan a las mujeres de origen extranjero que trabajan en el mundo rural. Primero, ser mujer, Segundo, vivir en el campo. Y tercero, “ser extranjera”. Las mujeres inmigrantes tienen que hacer frente a tres veces más obstáculos, cuando, además, son rurales. Orientarlas en su búsqueda de empleo es tres veces más difícil. |
Antes de orientar a mujeres que viven en zonas rurales, piénsalo: ellas tienen que desintegrarse, para volver a integrarse. El campo funciona así y conviene que lo sepas, si vas a orientar a mujeres que, además, son extranjeras. Y son las primeras a quienes la crisis del campo les atiza una patada. Porque tú también vas a tener que desintegrarte. Tu misión es aprender cuáles son las estructuras del funcionamiento social, para aplicar las tácticas más adecuadas que les permitan trabajar.
No es mero palabrerío. Tienes que plantearte tres objetivos que no vas a poder eludir.
- Trabajar con las mujeres, como grupo. Que es un grupo complicado. Porque es doble. Son rurales y extranjeras.
- Trabajar con cada una de ellas, pues hay que personalizar cada proceso de orientación.
- Y trabajar con el entorno. Tener en cuenta todas aquellas actividades organizativas que generen asociaciones y grupos de mujeres.
No es mero palabrerío. Con mujeres rurales, se te cae todo encima. Y debes encajar todas las tácticas. Porque, si no, no vas a poder implantar conceptos como la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres y la conciliación de la vida laboral con la vida personal.
Despierta en ellas la conciencia de ser mujer trabajadora, vengan de donde vengan. La conciencia para participar en la vida de su pueblo.